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Narcosubmarinos para “una avalancha de cocaína”

Los expertos alertan que los sumergibles que llegan a nuestras costas ya no son una anécdota y en un contexto de mucha droga y barata

En las entrañas del narcosubmarino de Arousa

R. V.

Irene Bascoy

Irene Bascoy

“La oferta mundial de cocaína está en niveles récord”, advertía la semana pasada la ONU en la presentación del Informe Mundial sobre Cocaína 2023. El cultivo de coca se disparó un 35 % entre 2020 y 2021, una cifra récord y el mayor aumento interanual desde el año 2016 y ante estas cifras la directora de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), Ghada Waly, pedía “alerta máxima”.

Dos días antes de este mensaje de socorro, llegaba al puerto de Xufre en A Illa, custodiado por las fuerzas de seguridad el narcosubmarino “El Poseidón”, pero llegaba vacío, y sin tripulación que detener. Los narcotraficantes habían cumplido su misión, la droga ya continuaba su viaje por tierra. Puede tratarse de un cargamento de 5.000 kilos. Ellos pueden estar preparando el siguiente envío. Solo tienen que lamentar la pérdida de su medio de transporte, pero dinero de sobra tendrán para construir otro. Es más, tenemos noticia del narcosubmarino porque un marinero lo avistó, tras su abandono. ¿Y cuántos narcosubmarinos más se escapan de la vigilancia de las fuerzas de Seguridad del Estado? Muchos, coinciden los expertos.

Reflotan el narcosubmarino de la ría de Arousa

Guardia Civil

“Cuando apareció el primero en Galicia, “El Poseidón” es el tercero, ya dijeron que no era el primero ni sería el último, y la detección de este último demuestra que este tipo de transporte no es causal, ni anécdotico”, explica Fernando Alonso, gerente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico.

“Estamos en un momento crítico, hay una avalancha de droga, especialmente de cocaína, y han bajado los precios, y España y Galicia siempre han sido puerta de entrada de la cocaína, y el Gobierno tiene que decidir si la lucha contra el narcotráfico es una prioridad real y actúa con firmeza”, expone Fernando Alonso. Exige más medios humanos y materiales para esta guerra.

Alonso y también David Martínez, coordinador del servicio jurídico de la asociación Érguete, lamentan que una vez más la realidad que trasciende fuera de Galicia es que la comunidad es puerta de entrada de la droga, aunque “el rechazo social” a los narcotraficantes es máximo en la autonomía.

“Nuestra impresión desde Érguete es que se están reactivando las redes de narcotráfico en Galicia”, explica David Martínez. “Hay más cocaína y está más barata y en nuestro centro entran cada año más personas para intentar su desintoxicación y cada vez son más jóvenes”, lamenta.

Aunque en Galicia solo hay constancia del paso de tres narcosubmarinos, y únicamente en un caso se apresó la droga (3.000 kilos de cocaína), los expertos dan por hecho que muchos más han descargado su mercancía en las costas gallegas porque, entre otras cosas, se sabe que los narcosubmarinos son método de transporte habitual utilizado por los capos de la droga de Colombia y México para enviar su droga a Europa y Estados Unidos. Se fabrican en talleres clandestinos en la selva y luego parten desde puertos también clandestinos en Colombia, Perú y Ecuador en las costas del Pacífico.

La misma semana que en Galicia se remolcaba el submarino avistado por un marinero, la armada colombiana encontraba otro en aguas del Pacífico con más de dos toneladas de cocaína. A bordo del submarino, había dos hombres que resultaron heridos por una fuga de los gases tóxicos del motor del submarino. Los agentes antidroga colombianos están convencidos de que el cargamento se dirigía hacia Centroamérica. Una vez allí, daría el salto para intentar entrar en EEUU.

El pasado mes de enero, la Unidad Antinarcóticos de la Policía Nacional del Ecuador encontraba otro narcosubmarino frente a la costa norte de la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia.

En Galicia, los narcosubmarinos nos parecen una novedad, pero en Colombia el uso de los narcosubmarinos no es nuevo. Empezaron a ser utilizados a finales de la década de los años 90.

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