Personal antincendios de Galicia reclama que los brigadistas fijos discontinuos, que actualmente están operativos por periodos de seis y nueve meses, pasen a trabajar durante "todo el año" para que puedan centrarse en la prevención.

Después de que se hayan extinguido los dos mayores fuegos en la historia de Galicia desde que hay registros, el de O Courel —11.100 hectáreas— y Valdeorras —10.500 hectáreas—, en una ola de incendios que ha arrasado unas 33.000 hectáreas en dos semanas, se analiza cómo intentar evitar que vuelva a suceder. El presidente del comité de empresa de Medio Rural en Ourense, Óscar Rodríguez (CC.OO.), señala que "tiene que haber más personal y más tiempo para poder hacer trabajos de prevención en invierno".

Apunta a las dificultades que se han vivido estos días "una vez el incendio está fuera de la capacidad de extinción". Sin embargo, "si ese fuego tiene una zona de discontinuidad, se podría llegar a atajar". "El problema está en la gestión forestal", razona.

A este respecto, aclara que esos trabajos "no son solo rozar", ya que el monte "no puede ser un jardín", pero "sí que se pueden buscar discontinuidades en las masas forestales" con tareas "durante todo el año". "Aquí habría trabajo durante todo el año para todo el mundo para esa prevención".

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En esta línea, lamenta que el problema en un fuego como el que ha afectado a Valdeorras "es que no hay discontinuidad". Relata que tres son los factores que determinan un fuego: temperatura, humedad y combustible. Los dos primeros "vienen por el tiempo", "pero sobre el combustible tú puedes influir" a través de "buscar discontinuidades con las que parar esos fuegos", porque si no, "se desboca".

El delegado de prevención de UGT, Marcos Rodríguez, coincide en la necesidad de que el operativo esté profesionalizado "al 100% durante todo el año". Razona que los trabajos preventivos se tienen que hacer de forma "anticipada", "con años de anterioridad, no se puede esperar a que pasen errores como los de ahora".

Y es que Marcos Rodríguez propone que, a corto plazo, los fijos-discontinuos de seis meses deben pasar a nueve meses, mientras que los de 9 meses trabajen los 12 meses. "A medio plazo", aclara, todos ellos deben estar "durante todo el año".

Según la relación de puestos de trabajo de Medio Rural, son más de 600 los fijos discontinuos del servicio contra incendios de Galicia de nueve meses, mientras que los de nueve meses rondan el millar. Eso sí, por parte de trabajadores y sindicatos se apunta que "bastantes plazas están sin cubrir" por bajas y vacantes.

Brigadas incompletas y jornadas de más de 12 horas

Precisamente, en las últimas semanas diferentes sindicatos han denunciado la falta de medios humanos y materiales para atajar la ola de fuegos. FAC-USO Galicia alertó de "numerosos incumplimientos" por parte de la Xunta con el personal antincendios, tales como "jornadas más largas, cuadrillas de sólo dos miembros, falta de comida y/o bebida y algún distrito forestal sin brigada".

La CIG ha denunciado "las situaciones de abuso que está sufriendo el personal", al que "se le obliga a soportar jornadas maratonianas de bastante más de 12 horas consecutivas sin siquiera llevarle agua ni comida".

Para la CIG, esta situación está originada en la decisión de la Xunta de "volver al sistema de contratación de brigadas de extinción municipales mientras sigue escatimando con el personal propio". "La realidad es que las brigadas municipales no estarán activas hasta entrado agosto", recrimina el sindicato.

Por su parte, el presidente del comité de empresa de Medio Rural en Ourense reflexiona sobre la importancia de la celeridad con la que se debe actuar para atajar los fuegos cuanto antes. "No vale de nada", dice, si el "primer día" llega "una única brigada y solo lleva dos componentes", pues hay que actuar "antes de que se desboque".

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"Lo más importante a la hora de que esos fuegos no estén fuera de la capacidad de extinción es atajarlos lo antes posible, los tiempos de reacción". "Si tú tienes un servicio bien coordinado y con personal, puedes intentar que ese fuego no se llegue a hacer grande, porque una vez que están fuera de la capacidad de extinción, ahí es mucho más complicado", razona Óscar Rodríguez.

Y es que una de las denuncias reiteradas de los trabajadores durante la ola de incendios es la existencia de brigadas incompletas para atacar los fuegos por los puestos sin cubrir.

"Tal y como está montado el dispositivo ahora mismo las brigadas en sí están formadas por un bombero forestal jefe de cuadrilla, un conductor y cinco bomberos, y como se van turnando unos días tendría que haber cuatro y otros días, tres"; pero, "como no se cubren las bajas ni las vacantes", "se pueden mandar brigadas de dos componentes".

De tal forma, indica que la Consellería informa "del número de brigadas" que lucha contra un fuego, que "parecen muchas", "pero no da el número real de gente que actúa".

Además, Óscar Rodríguez recuerda que existe el problema de que, "a día de hoy", las brigadas municipales que se convenian con la Xunta están "aún sin constituir y sin hacer". Por ello, pide que haya un servicio público unificado en el seno de la Xunta.

Agradece que hubo gente que, "voluntariamente, quiso prolongar jornadas" porque se vivieron momentos de "colapso" con unos fuegos de dimensiones históricas, al igual que se incorporaron empleados que estaban de vacaciones, pero cree que no se debe depender solo de esos gestos. También opina que se puede mejorar la coordinación con la Unidad Militar de Emergencias (UME), puesto que "cuando viene ya está todo medio controlado".

Por todo ello, el presidente del comité de Medio Rural en Ourense emplaza a la Xunta a "reflexionar" y a sentarse con la parte social para reformular el modelo porque "estos incendios vienen para quedarse".

Desplazamientos de varias horas

Marcos Rodríguez coincide en poner el foco en que "hay muchas brigadas actuando pero poco número de trabajadores". Uno de los defectos observados es que "se tardó" en actuar en algunos fuegos antes de que avanzasen "fuera de lo normal". A la hora de atacar un fuego "no es lo mismo cinco personas que tres".

Un punto acerca del que llama la atención este miembro de UGT en relación con la extenuación de los operarios son los desplazamientos de "dos o tres horas" que tuvieron que realizar en esta ola de fuegos. Pone el ejemplo de operario que salió de Pontevedra-Baixo Miño a O Courel y realizaron jornadas de "16 horas", con el "riego para el trabajo" que eso entraña.

Respecto a la ausencia de unificación, el delegado de prevención de UGT también llama la atención acerca de los problemas laborales que viven los miembros de unidades helitransportadas, que son de empresas privadas y "no cobran lo que les pertenece".

Recuperación de fauna y zonas quemadas

En otro orden de cosas, el coordinador de la Rede de Estacións Biolóxicas de la USC --en donde se integra la Estación Científica do Courel--, Xosé Luis Otero, ha hecho una llamamiento en la búsqueda de voluntarios, fundamentalmente veterinarios, que puedan colaborar en las tareas de recuperación de la fauna afectada por el fuego en la Serra do Courel.

Asimismo, apunta que a medio plazo se requerirá de la colaboración de ingenieros forestales y agrícolas y biólogos que puedan ayudar sobre los métodos de recuperación de las zonas quemadas.