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Alquilar un piso este verano en la playa costará un 8% más: 800 euros la semana

A Illa da Toxa oferta las viviendas vacacionales más caras de toda la costa española, con una media de 2.800 euros por siete días | En Sanxenxo también se superan los 2.000 euros

Turistas, este año, en A Toxa. | //IÑAKI ABELLA

Este verano, el primero de la vuelta a la normalidad tras el estallido del COVID en 2020, habrá que rascarse más el bolsillo. Quien esté rastreando internet en busca de un piso en la costa gallega para las vacaciones de julio o agosto tendrá que desembolsar entre un 6% y casi un 10% más que hace un año, según el destino que elija. De media, habrá que contar con un presupuesto de casi 800 euros para el alojamiento durante una semana en alguna zona de playa en Galicia, entre 50 y 70 euros más que el verano pasado, según un informe publicado ayer por Tecnitasa, compañía de valoración consultoría y sostenibilidad, en el que analiza los precios en un total de 166 localidades costeras españolas.

En el mapa de alquileres vacacionales, Galicia está en el top de los apartamentos más caros en primera línea de playa, pero también destaca por las ofertas más económicas: de los 2.800 euros semanales en A Illa da Toxa (Pontevedra) a los 380 euros en Burela o los 450 en Foz, ambas localidades en Lugo. Entre un extremo y otro, los 2.100 euros de Sanxenxo o los 950 de Nigrán.

Tras más de dos años de restricciones de movilidad, cierres perimetrales y toques de queda, llegan las ansiadas vacaciones y el tirón del turismo ha provocado tal aumento de la demanda que los precios irán al alza en viviendas de la costa, el tipo de alojamiento con más tirón: un 9,7% más en el conjunto del país (1.016 euros a la semana, 90 euros más que hace un año) y una media de un 8,2% en la costa gallega (casi 800 euros). Pese a la vacunación y a la contención del virus, son muchos los que aún ven arriesgado hacer las maletas para irse fuera de España, por lo que la demanda interna y también extranjera de viviendas vacacionales en el litoral ha aumentado tras la pandemia.

Estancias más ajustadas

Mientras que antes del estallido del COVID las reservas en los pisos en primera línea de playa solían ser por una semana, el verano pasado se ampliaron a dos e incluso tres semanas y se realizaron con mucha antelación. Pero en estas vacaciones toca ajustar el presupuesto a una escapada de menos días o cambiar el destino previsto. “Las subidas producidas en los últimos años hacen que familias con recursos más ajustados deban, a la hora de veranear, reducir el número de días de vacaciones o buscar apartamentos de menor tamaño o bien más alejados de la playa”, apunta José María Basañez, presidente de Tecnitasa. Sin embargo, advierte de que las ubicaciones más privilegiadas, como Illa a Toxa en Pontevedra, Puerto Banús en Marbella, Cadaqués en Girona o Ibiza en Baleares, por poner algunos ejemplos, con precios muy elevados, “siguen teniendo una alta demanda, con un lleno prácticamente total”.

En el mapa del alquiler vacacional hay ofertas para todos los bolsillos. Los presupuestos más altos pueden optar por un apartamento de 80 metros cuadrados en O Grove, en Illa da Toxa, por 2.800 euros –repite como el precio más elevado de todo el país–; por un piso de 90 metros en Puerto Banús, en Marbella, por 2.700 o por 100 metros cuadrados en el puerto de Ibiza por 2.400. Pero quienes busquen unas vacaciones más económicas en primera línea de playa pueden optar por apartamentos de 60 metros por 380 euros en la costa lucense, o uno de entre 35 y 40 metros en Santa Cruz de Tenerife o Las Palmas por una tarifa media a la semana de entre 280 y 330 euros.

Quien elija Galicia para este verano, solo la vivienda en primera línea de la playa le costará por una semana una media de 800 euros, un 21% menos que la media nacional. De las tres provincias costeras, Lugo es la que experimenta un mayor alza en los precios respecto al verano pasado (9,7%), seguida de A Coruña (8,8%) y finalmente Pontevedra, un 6%.

Oferta más cara

La provincia de Pontevedra presenta la oferta más cara de toda España: 2.800 euros por un apartamento en A Illa da Toxa. Destacan también los precios en Sanxenxo (2.100 en primera línea de playa y 1.350 euros en segunda línea) o Nigrán (950 euros en playa América). En el otro lado del mapa vacacional de la provincia, los alquileres más económicos se pueden encontrar en Cangas (570 euros en el casco urbano y 720 euros en Aldán-Hío) y en A Illa de Arousa (700).

En el litoral de A Coruña, los arrendamientos más elevados están en la ciudad (1.050 euros la semana un piso de 85 metros cuadrados en la zona de Riazor), seguidos de Fisterra (una vivienda de 82 metros por 900 euros la semana), Oleiros (850 euros por un piso de 65 metros) y Perbes (775 euros por un inmueble de 75 metros). En el extremo opuesto, Muros (500 euros) y Malpica (625).

Y, finalmente, en la provincia de Lugo, se encuentran algunas de las tarifas más baratas de todo el país: entre 380 y 450 euros por siete días en un apartamento en Burela o Foz.

Fernando García Marcos, director técnico de Tecnitasa, destaca que promedio de la evolución detectado respecto del año pasado no es otro que la misma evolución del mercado inmobiliario general, “aunque con mayor intensidad, como es lo habitual en este mercado específico”. “El alquiler de viviendas en zona de playa cada vez es más heterogéneo, tanto en la forma de conseguir el alquiler (convencional, plataformas o a través de operadoras), en cuanto al plazo (alquileres que se renuevan año a año, mensuales, semanales o incluso por días) o en el momento en que se activa la demanda”.

En el conjunto del país, la costa catalana es la que más aumenta los precios, con incrementos por encima del 15 y el 12% en Tarragona y Girona, y un 9,5% en Barcelona. Significativo es, según Tecnitasa, que entre las tres provincias catalanas se hayan colado Lugo y Vizcaya con subidas del 9,7% y 9,6% respectivamente, pero ambas provincias no son de las más caras para alquilar, pues se pueden conseguir viviendas vacacionales muy por debajo de los 1.000 euros.

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