El declive demográfico que arrastra Galicia desde hace décadas no se detiene. Tras más de 20 años como la comunidad con el peor saldo vegetativo en España, 2021 deja una fotografía en la que los tanatorios priman sobre los paritorios. Cada día mueren en Galicia una media 90 personas y solo nacen 40. Es decir, a diario se registran 50 fallecimientos más que alumbramientos. Por primera vez, en 2018 las defunciones en el segundo territorio más envejecido de España, solo por detrás de Asturias, casi duplicaron a los nacimientos: 32.419 muertes frente a 16.560 partos. Pero el año pasado la diferencia se agrandó y los fallecimientos (32.841) son más del doble que los partos (14.784), según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este balance deja una brecha de 18.057 muertes más que nacimientos, el peor saldo vegetativo en la comunidad desde que hay registros (1975) y también la cifra más alta de España, seguida a distancia de Castilla y León (-16.211) y Comunidad Valenciana (-14.106).
El padrón de 2021 se cierra en Galicia sin ningún síntoma de recuperación. Desde 1999 es la comunidad donde se inscriben más muertes que nacimientos y desde 1988 nunca pudo anotarse un saldo vegetativo positivo, por lo que encadena ya más de tres décadas sin que los partos superen las defunciones.
Los apenas 15.000 alumbramientos registrados el año pasado en Galicia son solo 463 menos (un 3% menos ) que en 2020 –año marcado por la pandemia-– y 934 por debajo de los que se produjeron en 2019, cuando todavía la crisis sanitaria no condicionaba también la maternidad. En solo una década, los nacimientos en la comunidad se redujeron casi un 24%, mientras que los fallecimientos repuntaron un 14%.
Además de Galicia, el número el número de nacimientos cayó en 2021 en otras nueve comunidades. La Rioja y Castilla y León (-4,2%) son los territorios en los que la maternidad registra una mayor retracción, seguidos de Cantabria y Canarias (-3,6%) País Vasco (-3,2%), Madrid (-2,1%), Extremadura (-1,9%), Castilla-La Mancha y Cataluña (-1,6%). En el conjunto del Estado también disminuyeron los partos un 1,3%, escenario en el que se produjeron de un año a otro 4.504 nacimientos menos, llegando en total a 336.811 frente a los 341.315 del ejercicio anterior. Aragón, una de las comunidades más afectadas por la despoblación y una demografía adversa, es la comunidad que logra ahora un mayor porcentaje de nacimientos, un 3,9% más que en el año precedente, si bien no llega a los diez mil todavía de décadas anteriores.
En el caso de la comunidad gallega, las defunciones se mantienen prácticamente en las mismas cifras que en 2020, que había sido el mayor computado en la historia de Galicia debido al impacto del COVID-19. Esta tendencia contrasta con la caída de casi el 9% de los fallecimientos en el conjunto de España. En la clasificación autonómica de óbitos, Galicia se coloca en el tercer puesto, con 12,2 muertes por cada mil habitantes, por detrás de Asturias (13,2) y Castilla y León (12,3).
Por el contrario, Galicia está en la parte baja del indicador de fecundidad: solo 1,01 hijos por mujer, tercera comunidad a la cola tras Canarias (0,86) y Asturias (0,95) frente a la media nacional de 1,19.
La esperanza de vida de los nacidos en 2021 en la comunidad es de 83,4 años, ligeramente por encima de la media del país (83,1). A la cabeza se colocan los madrileños (84,6) y en el otro extremo, los andaluces (81,4).
La recuperación de cierta normalidad tras un año de confinamientos y restricciones hizo que los matrimonios en Galicia creciesen un 60% respecto a 2020: casi 9.000, más de 3.000 que el ejercicio anterior.