El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, se mostró abierto a la creación de un grupo militar de intervención rápida en Defensa de la Unión Europea. “Será un debate próximo”, contextualizó el titular de Exteriores. “El hecho de Europa tenga una defensa propia, no significa que precise un ejército pero sí quizás 5.000 militares en una fuerza de reacción rápida”, comentó en una mesa redonda titulada “Nuevo equilibrio geoestratégico”, que compartió con su homólogo luso ayer en el ‘III Foro La Toja 2021’. “Autonomía estratégica”, llegó a expresar Albares, tras una consulta del presidente del Foro La Toja, Josep Piqué, que actuó como moderador. 

“Se perfila una nueva bipolaridad imperfecta: la pugna de EE UU y China”

Josep Piqué - Presidente del Foro La Toja

Albares, abierto a la creación de una unidad militar de defensa rápida en la UE F. Mejía Ossa

La crisis de Afganistán dejó al descubierto la dependencia militar de Europa e impulsó la reflexión sobre la creación de un ejército europeo, que la UE hace tiempo que arrastraba y que se nutriría de soldados de los estados miembros para misiones como la evacuación de los extranjeros y colaboradores afganos de Kabul. Eso, sumado al giro estratégico que desde hace años ha emprendido Washington hacia el Pacífico y al interés de la administración Biden en invertir en su propio país, han puesto en el centro del debate la necesidad de una defensa común. Bruselas quiere impulsar esa llamada ‘autonomía estratégica’: dejar de depender de otras potencias en materia de defensa o de producción de suministros básicos –por ejemplo, vacunas o material de protección sanitaria, artículos que deberían producirse en suelo europeo, como ha puesto de manifiesto la pandemia–.

“Debemos revisar nuestro marco de cooperación con Iberoamérica”

Augusto Santos - Ministro de negocios extrangeiros de Portugal

Augusto Santos Francisco Mejía Ossa

Sin embargo, el ministro dos Negócios Estrangeiros de Portugal, Augusto Santos Silva se mostró menos partidario de la fuerza militar única europea, pero sí de reforzarla a través de más responsabilidades en la OTAN. “Creo que la única estrategia de defensa común es la OTAN, donde podríamos aumentar la responsabilidad de Europa, pero sin diseñar un pilar europeo: tener una mayor interoperatividad entre nuestras armas y mejorar la comunicación entre nuestros ejércitos, o la defensa común”, alegó. Santos Silva pidió cultivar la autonomía de la UE “en términos económicos”: “Nuestra fuerza es la comercial e industrial”, argumentó.

Portugal y España, entre los países con mayor vacunación contra el COVID, insisten en La Toja

Por su parte, el exsecretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias, defendió en su ponencia “usar la relación de España y Portugal con Iberoamérica como una plataforma para hacer llegar a la UE objetivos compartidos”. Del mismo modo, valoró que “no habrá un gran pacto contra el cambio climático sin América Latina”. En común, todos los ponentes destacaron los fuertes vínculos y raíces culturales. “Europa no puede olvidar a sus socios más cercanos desde e punto de visto histórico y lingüístico.. “Tenemos que incrementar la relación con América Latina, revisar nuestro marco de cooperación”, indicó Augusto Santos. Asimismo, Albares indicó que “no existe una región más eurocompatible que América Latina” y lamentó que en ocasiones la UE le de la espalda. Abogó por la Europa social de las compras de vacunas conjuntas y la emisión de deuda conjunta y valoró el reto climático:. “El coste a largo plazo de no hacer coste al cambio climático es más alto que el la transformación energética”.

“El coste del cambio climático es más alto que la transformación energética”

José M. Albares - Ministro de As. Exteriores

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, durante su intervención. Francisco Mejía Ossa

El ministro se despidió tras su intervención porque tiene un viaje inminente a Argelia, con el objetivo de asegurar el suministro de gas argelino a España, vital para el sector energético.’.

El escenario geopolítico global está inmerso en grandes cambios, entre los que destaca la pugna holística entre Estados Unidos y China y el protagonismo creciente del Indo-Pacífico frente al Atlántico. “Se perfila el surgimiento de una neuva bipolaridad imperfecta: EE UU y china, que pugnan por la supremacía a nivel global”, tal y como introdujo Josep Piqué entre los retos de futuro.