El mes de septiembre ha comenzado agitado en Galicia. En las últimas horas han coincidido fenómenos de distinta naturaleza pero que tienen en común su capacidad de impacto. Un incendio avanza sin control desde la noche del domingo por el corazón de la Ribeira Sacra, a donde todavía no han llegado las tormentas que en las últimas horas han dividido Galicia en dos mitades casi exactas. En la oeste se registraron más de 2.000 rayos e importantes cantidades de lluvia, mientras que en la este se mantiene seca y con elevadas temperaturas incluso en horas nocturnas. También en el interior se están registrando desde ayer movimientos sísmicos.

El epicentro del primer terremoto se localizó en la localidad lucense de Láncara, con una magnitud de 3,4, según la medición del Instituto Geográfico Nacional (IGN). El sismo provocó las llamadas de dos personas con concello vecino de Becerreá, que avisaron de que habían sentido el movimiento telúrico, aunque no provocó daños.

Pero este terremoto ha dado pie a una serie de pequeñas réplicas en esa misma zona. El IGN registró hasta 13 temblores, el último a las 9:00, de menor entidad. La mayoría de ellos tuvieron su epicentro en Triacastela.

A unos 60 kilómetros al sur, las llamas siguen poniendo en jaque varias parroquias de Ribas de Sil, mientras las lluvias, que han sido abundantes en el oeste, no acaban de llegar. Se espera que por la tarde al fin precipite sobre esa zona de Lugo.