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El primer pulso entre “gonzalistas” y críticos: 26-S

Caballero participó ayer en protesta en Viveiro FdV

La primera batalla para medir fuerzas en la guerra interna en el seno del PSdeG que libran “gonzalistas” y críticos se acerca: se trata de la elección de delegados gallegos para el cónclave estatal de mediados de octubre en Valencia. Aunque carece de valor fáctico, sí se trata de una prueba de los apoyos que cada bando recaba entre la militancia, que por primera vez elegirá directamente las listas en una votación fijada el mismo día para toda España: el 26 de septiembre.

El sistema de elección cambió en 2017. Entonces, se celebraban congresillos locales y luego provinciales que concedían mayor margen para las negociaciones de cada aparato orgánico. Ese sistema cayó en aras de las sacrosantas primarias instauradas por Pedro Sánchez, que, salvo sorpresa, será aclamado de nuevo Secretario General socialista. Esta vez, sin rival.

El congreso federal es la oportunidad para que cada bando en liza en Galicia determine cuántos apoyos tiene entre las bases y muestre sus alianzas en la elección de representantes gallegos en esa cita: serán 16 de Pontevedra, 23 de A Coruña, 12 de Lugo y 8 de Ourense.

El sistema es el siguiente. El aspirante a liderar una lista de delegados deberán dar un paso al frente entre los días 1 y 3 de septiembre. Para ser validado, tendrá que presentar al menos un 3% de avales de la militancia de su provincia. Después, será proclamado entre los días 13 y 15 y dispondrá hasta el 17 para presentar su lista. El 26 votarán los militantes y los puestos de cada provincia se distribuirán de forma proporcional al resultado si hay más de una candidatura, siempre que estas superen el 20% de apoyos.

Se trata, por tanto, de una oportunidad de testar el grado de apoyo entre la militancia. En principio, ambos bandos presentarán listas. En A Coruña, Valentín González Formoso, presidente de la diputación y previsible candidato a la Secretaría Xeral contra Gonzalo Caballero, dará un paso adelante y liderará la lista de la provincia que dirige a nivel orgánico. Según fuentes socialistas, los “gonzalistas” alentarán también una candidatura. Si gana con amplio margen, Formoso saldrá reforzado de cara a la carrera por el liderazgo gallego, que se decidirá en un congreso antes de final de año, pero para el que todavía no hay fecha. Si el resultado es ajustado, Caballero habrá mandado una señal que confirma lo que su equipo sostiene entre bambalinas: cuentan con el apoyo de las bases.

En Lugo aparece entre en escena el exsecretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, que mueve sus hilos para que los críticos logren respaldo entre las bases. Es previsible que el responsable de Organización, José Antonio Quiroga, lidere la opción “gonzalista”. Y no se descarta una tercera opción. 

En Ourense competirán dos candidaturas probablemente, los que apoyan a Gonzalo Caballero y los que quieren su relevo, que creen caduco su proyecto tras su estancamiento en las autonómicas del año pasado. 

La situación es una incógnita en la provincia de Pontevedra, que acoge a la agrupación más numerosa de Galicia: Vigo. El alcalde olívico y presidente de la FEMP, Abel Caballero, dejó claro esta semana que no quiere entrar en guerras orgánicas. Fuentes de la dirección provincial adelantan su predilección por una lista única que sea reflejo del PSOE de Pontevedra, que además mandaría un mensaje a la ciudadanía en tiempos del virus. “Nos piden acuerdo y no división en pandemia”, apuntan estas voces.

Ante este escenario, Gonzalo Caballero debe decidir si se integra en esa candidatura única. En caso de no ser así, dispondría de dos caminos: capitanear una lista propia o emular a Emilio Pérez Touriño, que siendo Secretario Xeral rechazó dar esa batalla al no poder liderar la lista pontevedresa y acudió al cónclave federal en calidad de capitán del PSdeG.

En 2017, el acuerdo entre el PSOE provincial pontevedrés y los sanchistas de Gonzalo Caballero se rompió y el primero no presentó lista. Un escenario de enfrentamiento amenazaría al secretario xeral socialista con sufrir una derrota en su casa 

En el partido se esperaba con expectación el inicio de hostilidades, pero estas se han precipitado por un artículo del secretario de Organización, José Quiroga, en el que acusaba a Formoso y Besteiro de maniobras desleales contra Gonzalo Caballero, echándoles en cara una supuesta alianza con la térmica de Endesa en As Pontes, donde gobierna, en el primer caso, y su “mochila” de imputaciones judiciales, al segundo, exonerado del caso Garañón.

En este contexto de tensión, no se interpretó como una casualidad la suspensión de la rueda de prensa conjunta entre Gonzalo Caballero y el eurodiputado Nicolás González, cercano a Ferraz. Motivos de agenda fueron los motivos oficiales.

El delegado del Gobierno, José Miñones, reiteró ayer sus críticas a Quiroga. “No se necesita crear más ruido del que ya existe. No soy persona que vaya en esa misma línea y, por eso, decía que son desacertadas esas declaraciones que se hacían”, dijo.

El número 2 de Formoso y edil en A Coruña, José Manuel Lage, también reclamó un cambio de tercio y emplazó a Caballero y Quiroga a hacer oposición al PP. “Los socialistas que tenemos responsabilidades de Gobierno estamos centrados en dar respuesta a los problemas de los ciudadanos. E es nuestra prioridad en este momento. a los que les toca estar en la oposición, deberían hacer oposición, pero al PP, no a los compañeros que estamos gobernando”, declaró.

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