Una imagen para la indignación: un "tendal" con mascarillas usadas, toallitas y pañuelos que los "peregrinos" abandonan en San Andrés de Teixido como símbolo de su purificación. Los vecinos llevan años denunciando esta práctica, que no reconocen como parte del ritual asociado al santuario, y que ahora supone un problema sanitario además del ambiental.

La tradición impone que quien acude hasta el templo debe parar en la fuente de los tres caños, donde formula un deseo o petición y bebe agua. También tira una miga de pan: si esta flota, el santo intercederá por el devoto; si se hunde, su súplica no será atendida.

Sin embargo, desde aproximadamente el año 2000, se popularizó la práctica de mojar en la fuente algún tipo de pañuelo o objeto (incluso de plástico), que luego se dejaba a secar sobre la hierba en las inmediaciones de la fuente. Los vecinos de San Andrés niegan que esta práctica se realizase antiguamente en el santuario y alegan que se trata de un ritual importado de otros lugares.

Esta costumbre, conocida como "enxogar o pano", se da en otros puntos de la Galicia donde la curación está vinculada al agua. Partiendo de la idea del elemento líquido como agente purificador, los creyentes se lavaban con un pañuelo que dejaban colgado en algún punto cerca del lugar de culto. Confiaban en que sus males se quedaban impregnados en esa tela, de la que se deshacían abandonándola al sol.

Pero esta práctica se ha convertido en un problema para San Andrés de Teixido debido a su extensión entre los visitantes. El propio Concello de Cedeira ha dado la voz de alarma debido al problema medioambiental que supone, agravado ahora por el sanitario, ya que muchos viajeros que abandonan sus mascarillas.

"Non coñecemos a orixe deste absurdo costume de deixar un pano colgado en Teixido, pero é ben sinxelo darse conta de que o único que se consegue é ensuciar e contaminar un entorno fermoso. Ten sentido común e leva o teu pano e a túa máscara de volta contigo", publicó el consistorio en Facebook.

La fotografías del ignominioso "tendal" han tenido gran repercusión en las redes sociales, donde los usuarios han mostrado su más firme repulsa ante una práctica que tachan de "arquerosa" o "guarrada" como calificativos más suaves.

Hasta hace poco, eran los propios vecinos del lugar quienes retiraban los pañuelos y toallitas que los visitantes dejaban como "ofrenda". Pero la gran cantidad de visitantes que cada año recibe San Andrés de Teixido complica esta labor de limpieza, que ahora se ve además agravada con las mascarillas al tratarse de material sanitario que necesita de un tratamiento específico.

Además de la advertencia en su perfil del Facebook, el Concello de Cedeira suma un aliado para frenar estos comportamientos incívicos. Tira de retranca y modifica el refrán para que esta nueva versión cale en los visitantes y estos se inhiban a la hora de dejar ofrendas: "A Santo André de Teixido vai de morto quen non foi de vivo, e quen deixa máscara ou pano terá mala sorte durante un ano".