Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La movilidad laboral, un lastre para Galicia: pierde 4.300 contratos en solo tres meses

Un camarero sirve una mesa en una terraza de Vilagarcía Noe Parga

El saldo entre nuevos asalariados en la comunidad y los que se mudan a otra autonomía se mitigó el año pasado: 13.000 menos

Galicia sufre una emigración laboral que lastra sus opciones de desarrollo económico y social. La pandemia mitigó este efecto el año pasado, debido a la paralización de la actividad, pero el arranque del año ha puesto de manifiesto que la comunidad muestra un saldo negativo en este terreno. Durante el primer trimestre del año, albergó la firma de 7.127 contratos de trabajadores procedentes de otras comunidades, pero otros 11.439 abandonaron la tierra de los mil ríos, por lo que el balance es de 4.312 en números rojos.

La radiografía de movilidad laboral elaborada por el Servicio Púbico de Empleo Estatal (SEPE) muestra un déficit estructural en Galicia en este terreno, si bien es necesario diferenciar entre contratos de trabajo y empleados, pues un ciudadano puede haber firmado varios de ellos entre enero y marzo.

En 2019, Galicia registró un saldo negativo de 28.474 acuerdos laborales, cifra que el año pasado descendió a 13.018 debido al efecto COVID, que frenó las contrataciones y paralizó los despidos mediante los ERTE’s.

El arranque del año, sin embargo, muestra una tendencia continuista en este devenir. La mayor parte de ese saldo negativo afecta al sector servicios (-3.024), seguido de la agricultura con -1.177. Además, los hombres parecen emigrar más: -3.033 frente a 1.279 contratos femeninos de déficit total.

La mayor parte de la población afectada es la de 30 a 45 años de edad (-2.497), que repercute especialmente sobre los niveles de formación más básicos (-1.589 de estudios primarios y -923 de titulaciones superiores). En el caso de los grupos ocupacionales, donde Galicia más pierde es en técnicos y profesionales científicos e intelectuales (-1.229), técnicos y profesionales de apoyo (-1.165) y trabajadores de hotelería, protección y vendedores de comercio (-1.006).

Es Madrid el principal receptor del flujo de contratos que abandonan Galicia, y se sitúa como una de las cinco que sale ganando del reparto estatal con 37.349 de contratos a favor.

El análisis provincial muestra una preocupante situación en Pontevedra, con el peor saldo negativo de la comunidad, con -4.184 contratos. La mayor parte cambian la provincia por A Coruña, que presenta el único saldo positivo (+1.686). Por su parte, Lugo y Ourense registran -718 contratos y -1.096, respectivamente.

“El resultado de Pontevedra no es algo nuevo, si no que viene siendo una constante los últimos años. Con todo, esta movilidad no indica que sea permanente, ya que puede ser temporal. La movilidad en sí no es buena ni mala, habría que saber qué capital humano emigra y cual importa. Más que el saldo neto, habría que ver la calidad de ese saldo neto”, explica Alberto Vaquero, profesor de Economía Aplicada en la Universidade de Vigo y miembro del grupo de investigación GEN y del Foro Económico de Galicia.

En el caso pontevedrés, el déficit de titulados superiores (-364) es siete veces inferior al de estudios primarios o secundarios (-2.488).

“Un revés económico destruye más empleo temporal”

Manel Antelo - Profesor de de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidade de Santiago

decoration

Manel Antelo

El número de contratos firmados en Galicia de personas procedentes de otras comunidades fue de 7.127 durante los tres primeros meses del año, 4.312 menos de los suscritos por residentes en la autonomía gallega en otros territorios, lo que revela una movilidad laboral que perjudica el desarrollo económico, aspecto condicionado por la pandemia.

–¿A qué se debe esta emigración laboral continua que indica el registro de contratación del SEPE?

–Cualquier revés económico, por breve que este sea, tiene su mayor impacto en la destrucción que provoca sobre el empleo temporal. Pues bien, si tenemos en cuenta que el mercado laboral español (y el gallego no es una excepción) se caracteriza por la elevada cifra de contratos firmados mes a mes que presenta (en el ámbito de los servicios, la construcción, la agricultura, etc), la gran mayoría de naturaleza temporal y muy correlacionados con la coyuntura económica más inmediata y puntual, se explica la vulnerabilidad de la contratación laboral.

¿Puede revertirse?

–La elevada sensibilidad de la contratación temporal a la situación económica más inmediata también opera en el sentido contrario. Es decir, cuando la situación económica coyuntural mejora, los contratos temporales son los primeros que las empresas activan.

“En el caso pontevedrés, al efecto COVID hay que añadir el desabastecimiento de chips en la automoción”

decoration

–¿Por qué afecta con tanta virulencia a Pontevedra? Esta provincia presenta el peor saldo de movilidad laboral de la comunidad.

–En el caso de Pontevedra, al efecto del COVID-19 hay que añadir el problema de abastecimiento a causa de la crisis mundial de chips semiconductores y su impacto en toda la industria relacionada con la automoción.

–¿Es un efecto coyuntural debido a la pandemia o estructural?

–Es, fundamentalmente, un fenómeno coyuntural si tenemos en cuenta, por una parte, la alta correlación que existe entre coyuntura y volumen de contratación temporal y, por otra, el gran peso que los contratos temporales tienen en la contratación total. Ahora bien, que se reproduzca este patrón de comportamiento revela la elevada dependencia que el sistema de relaciones laborales presenta frente a las condiciones económicas puntuales. Se trata, sin duda, de un fenómeno que no ayuda a definir el mejor contexto para que las empresas planifiquen sus estrategias a medio y largo plazo.

Compartir el artículo

stats