El eventual pacto entre el PP y el PSOE de la ciudad de Ourense para desbancar de la alcaldía a Gonzalo Pérez Jácome es deesde ayer aún más difícil si es que de verdad en algún momento hubo alguna posibilidad real. Tras meses de tira y aflojas, el candidato socialista, Rafa Villarino, anunció el lunes que a pesar de encabezar la lista más votada en las pasadas municipales renunciaba a competir por el bastón de mando para facilitar una moción de censura, cediendo así a las presiones del PP, que como condición para negociar el relevo de Jácome exigía que Villarino no fuese el candidato. Pero ayer, el PP elevó su grado de exigencia, al reclamar que el cabeza de lista socialista dimita como concejal y abandone el Concello de Ourense.

Solo así, si se cumplen estas condiciones, los populares se sentarían con los socialistas a negociar una moción de censura para echar a Pérez Jácome, a quien precisamente el PP contribuyó con sus votos a ser alcalde a cambio de que el partido del regidor, Democracia Ourensana, garantizase al PP la presidencia de la diputación provincial.

La portavoz popular, Flora Moure, argumentó ayer que tiene “dudas sobre la honestidad” y “las verdaderas intenciones” de Villarino, por lo que exige que se “retire de verdad” y que no solo renuncie a ser candidato a la alcaldía en una hipotética moción de censura. “No puede poner un títere, ceder ficticiamente el poder a una persona que él va a manejar por detrás hasta que llegue un momento que la situación sea más propicia para que el vuelva a la primera línea de la política provincial. No vamos a permitir este engaño a la ciudadanía de Ourense, por tanto lo que tiene que hacer es abandonar la coalición municipal”, dijo.

Hasta el pasado mes de octubre, Democracia Ourensana gobernaba con el PP, pero la coalición se rompió y tras una escisión interna en el partido de Jácome, ahora el gobierno municipal está formando por solo tres concejales de un total de 27 que forman la corporación municipal.

El secretario xeral del PSdeG-PSOE, Gonzalo Caballero, acudió ayer precisamente a Ourense para dar su apoyo a Villarino en su voluntad de no dimitir ni de entregar un acta que obtuvo legítimamente, porque esa renuncia supondría también que perdiese su escaño como diputado en la Diputación de Ourense, institución en la que se ha convertido en el enemigo número uno de su presidente, Manuel Baltar, que también lleva las riendas del PP.

Caballero advirtió que si ahora Alberto Núñez Feijóo y Baltar no propician el cambio político tras la renuncia del candidato socialista a convertirse en alcalde, “quedarán retratados como los grandes mentirosos de la historia política de la ciudad”. Para Caballero, “ya no tienen excusas ni pretextos y tienen que decidir si quieren sacar a Ourense de la parálisis o van a seguir siendo responsables de esta situación de esperpento”. Y recordó que Baltar dijo en su momento que en cinco minutos se resolvería el cambio político de Ourense si Villarino accedía a no ser el candidato. Habiéndose cumplido ahora el órdago, el secretario xeral del PSdeG tachó de “harakiri político” el no propiciar el cambio por parte del PP. “Los ourensanos saben que son los responsables del caos”, recriminó.