Los niveles de contaminación por el incendio declarado el domingo en el polígono de O Ceao, en Lugo, imposibilitan que los trabajadores accedan a algunas de las naves no afectadas por las llamas, pero sí por el humo. Durante una visita para comprobar in situ las labores de control que se llevaron a cabo durante toda la noche, la alcaldesa, Lara Méndez, destacó que los medios continúan refrigerando “los puntos más complejos” para evitar que el fuego se pueda propagar y para tratar de atenuar los daños “ya de por sí elevados”.

Otra de las tareas es el control de las emisiones de CO2 “para saber si las naves no afectadas son aptas para poder entrar a trabajar con normalidad”. “En algún caso ya hemos corroborado que no, que tienen que pasar unos días para que esa contaminación baje y puedan acceder las personas en condiciones sanitarias aceptables”, destacó Méndez.

También acudió al polígono el jefe de servicio de arquitectura, que está “revisando daños donde se ve que hay que actuar”, cuestión que se trasladará a las empresas “por posibles derrumbamientos o mayores consecuencias para las estructuras”.

Por la tarde, quien visitó el escenario del siniestro fue el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Indicó que aunque ahora deberán tomar parte las aseguradoras, el Gobierno gallego está a su disposición tanto para asesorar en materia de seguros como para garantizar circulante y préstamos mientras no se ejecuten las pólizas.