La Xunta recordó ayer al Gobierno central que cualquier intervención en el pazo de Meirás debe contar con su autorización previa, al tratarse de un bien de interés cultural (BIC), una figura de protección patrimonial de la administración autonómica, establecida por ley. Por ello, le pidió en detalle su plan de reformas.

El inmueble, cuya titularidad asumirá el Estado de manos de los herederos del dictador Francisco Franco por sentencia judicial, figura en un documento remitido por el Ministerio de Hacienda al consello de Sada. En él, la administración central prevé la realización de obras en Meirás, pero la documentación presentada resulta “incompleta” en opinión de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural.

Este departamento ha enviado un requerimiento a Hacienda de un proyecto técnico completo que detalle las obras.