El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se reúne esta mañana con el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos en Madrid Sobre la mesa estará la transferencia a la Xunta de la gestión de la AP-9, así como la situación de las obras del AVE a Galicia.

El Congreso respaldó el pasado febrero la transferencia de la Autopista del Atlántico a Galicia. Se trata de una iniciativa que contaba con el respaldo unánime del Parlamento gallego. Se abre así un largo proceso parlamentario que culminará cuando se vote finalmente el traspaso y, si es aprobado, Gobierno y Xunta deberán negociar las condiciones de ese cambio de titularidad. Ésta puede ser una de las cuestiones que aborden hoy Feijóo y Ábalos en su encuentro.

El presidente gallego ya ha advertido que Galicia no asumirá “a cualquier precio” esta transferencia, sino que debe producirse en unas condiciones económicas adecuadas.

Y mientras no se obtiene este traspaso la Xunta reclama al Gobierno que aplique de manera inmediata rebajas en los peajes. El Ejecutivo central reservó en los Presupuestos del Estado para este año 55 millones de euros para aplicar bonificaciones en esta autopista, que se encuentra entre las más caras de España. Prometió también hacer gratis el tramo de Redondela. Sin embargo, de momento estos descuentos no se han materializado. El Ministerio de Transportes se dio de plazo el primer semestre del año. La Xunta plantea la gratuidad del viaje de vuelta para todos los vehículos ligeros que dispongan de telepeaje y durante los siete días de la semana. La Administración gallega también pone sobre la mesa la bonificación del 60 por ciento para los viajes de ida y vuelta de vehículos pesados.

Las posibles rebajas en los peajes de la Autopista del Atlántico y los plazos para llevarlas a cabo serán tratados también en la reunión de esta mañana entre Ábalos y Feijóo.

Otro asunto que estará en la agenda de la reunión que se celebrará esta mañana en el Ministerio de Transportes es el avance de las obras del AVE. La previsión del Gobierno es que la alta velocidad a Galicia entrara en servicio este verano. Solo quedaría pendiente el tramo de entrada en la ciudad de Ourense.

Además tras reactivar el Gobierno portugués la conexión del AVE Oporto-Vigo y darle prioridad sobre el enlace Lisboa-Madrid, la Xunta exige al Ejecutivo central el mismo nivel de compromiso con este corredor.

La pasada semana Xunta y el Ministerio de Coesao Territorial portugués hicieron piña en defensa de esta infraestructura.

Entre las preocupaciones de la Xunta está también el impulso al Corredor Atlántico de mercancías. Mientras las obras en el Corredor Mediterráneo avanzan a buen ritmo, en Galicia el tren de mercancías todavía está en compás de espera. El Gobierno central debe definir los proyectos de modernización de la línea A Coruña-Vigo-Ourense-Monforte para luego acudir con ellos en busca de financiación europea con los que costear obras. Entre las prioridades está la conexión con los puertos de Vigo y A Coruña.

Feijóo además manifestó su preocupación por “el letargo” en infraestructuras que dependen del Gobierno central, tales como las obras de la Autovía A-54 entre Lugo y Santiago; y “la ausencia de avances” en la conexión entre Ourense y Lugo, la A-56, una autovía que solo tiene en servicio un tramo que, además, en solitario ofrece una escasa funcionalidad.