Las medidas preventivas contra los contagios de COVID-19 están teniendo un efecto colateral en la campaña de la gripe en Galicia. Avanzado el mes de enero, aún no se ha detectado ningún caso de esta enfermedad, cuando el año pasado, a estas alturas, eran 237, y se espera una temporada “de bajo impacto”, muy diferente a la de años anteriores.

Así lo confirma el último informe de la Consellería de Sanidade de seguimiento epidemiológico de la gripe que evidencia una actividad basal con distribución “nula” del virus en la comunidad.

De hecho, Sanidade constata que, hasta el momento, no se detectó ningún caso y confía en que la actividad de toda la temporada sea, como poco, baja, gracias a las altas cotas de vacunación alcanzadas, así como a las medidas impuestas para la contención del COVID-19. Y esto es así porque la gripe, como virus respiratorio, también es sensible a la distancia social, el uso de mascarillas, la ventilación de espacios o el lavado y desinfección de manos y superficies.

A mediados de enero de 2020, en la temporada anterior, Galicia había registrado ya tres fallecimientos por gripe, una dolencia que había provocado también 237 ingresos. El pico de esta enfermedad en la anterior temporada fue a inicios del mes de febrero. En toda España, según fuentes oficiales, solo se han detectado cinco casos en toda la temporada.