Grabaciones, fotos, internet... motivaban, antes de la pandemia, un 3,61% de las llamadas de los docentes gallegos al Defensor del Profesor de Anpe, y ser objeto de acoso, insultos y amenazas de los adultos, estaba detrás de una de cada cinco quejas. A falta de concretar cómo se traduce la enseñanza a distancia que trajo consigo la pandemia a las estadísticas, en centros de Vigo, por ejemplo, ya han podido constatar, incluso llegando a comisaría, cómo las clases telemáticas agudizan los episodios de mofa o burlas a los docentes.
Ahora la Consellería de Educación ha dictado instrucciones para el uso de los servicios educativos digitales y una de las consignas en las que insiste es que “se prohíbe expresamente” la grabación de las clases por parte de los participantes, una norma que atañe tanto al alumnado como al profesorado, y explicita que se veta “particularmente” su difusión en redes sociales, aplicaciones de mensajería instantánea o a través de cualquier canal telemático.
Desde la Administración gallega recuerdan en sus directrices que estos usos pueden conculcar el derecho a la protección de datos, el derecho a la propia imagen y los derechos de propiedad intelectual y además advierte de que “podrían generar responsabilidad administrativa o civil para la persona infractora”.
“Podrían generar responsabilidad administrativa o civil para la persona infractora”
El departamento que dirige Román Rodríguez enfatiza que las clases, aunque sean a distancia, son un espacio donde se establece una relación entre alumnos y profesores. En esa línea, proclama que la retransmisión de clases a través de internet podrá ser accesible “únicamente” al profesorado y alumnado al que van dirigidas y el uso de las herramientas de docencia virtual también está limitado a este ámbito.
Con todo, la Xunta aconseja a los participantes que “preparen” antes de cada sesión su espacio de trabajo, “de forma que les permita interactuar protegiendo su intimidad y la de terceros”. Así, explica en las instrucciones difundidas ayer, se evitará que en las clases “se puedan captar imágenes de terceros no participantes o espacios de su hogar más íntimos”.
Las instrucciones recuerdan que el profesorado debe usar las herramientas puestas a su disposición aunque la vía de contacto sea virtual y que el alumnado “mantiene” también en este nuevo formato su “obligación” de asistir a clases. De ahí que regule el uso, para los centros públicos, de las herramientas virtuales, “especialmente” las que posibilitan la retransmisión de las clases a través de internet.
Según el documento, la normativa incluye la obligación para el docente de encender su cámara “a fin de garantizar el derecho a la educación, siempre que sea necesario para facilitar la comunicación y comprensión del material educativo e incluso cuando se halle en situación de cuarentena o confinamiento total o parcial salvo baja médica o impedimento justificado”. Además, incide en que el docente debe usar las herramientas de teleformación que su centro decida con el alumnado que esté “en cuarentena domiciliaria cuando el resto de la clase asiste de forma presencial”.
El que la Xunta especifique en las instrucciones qué herramientas se pueden usar es una cuestión que critica Anpe, que pide este curso “flexibilidad” y evitar cambios “a estas alturas cuando ya todo está organizado”. Desde este sindicato explican que en los pasados meses los centros fueron buscando otras soluciones y “muchos” recurrieron a alguna no incluida en el documento. Alegan además que “las herramientas institucionales no funcionan de forma satisfactoria”, que los contenidos ofertados “son insuficientes” o que la formación “no llegó a todos” y reprochan que ahora se pretenda regular de modo que los docentes deban volver a ponerse en “primera línea” e “improvisar”.
Más formación para más prevención en el “cole”
Para que el próximo trimestre transcurra como el que finaliza ahora, en el que las aulas vieron a partir de noviembre una reducción progresiva de la incidencia de casos de coronavirus en los centros que se mantiene hoy en día, como explicó ayer el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, el comité educativo que asesora a la Xunta reforzará la formación en prevención. Lo hará a través de acciones específicas en función de los distintos colectivos que trabajan en los centros, sobre todo a los equipos COVID y al personal de comedores y de limpieza. En total, el próximo trimestre una docena de cursos ofertarán unas cinco mil plazas. Así lo acordó ayer el Comité Educativo Para el conselleiro los datos confirman que los centros no están siendo lugares de transmisión del virus y concluye que “este primer trimestre el sistema educativo estuvo a la altura”. En esa línea, mostró su confianza en que en el segundo se mantenga la situación”, por lo que hizo un llamamiento a la responsabilidad en estas vacaciones de Navidad. En su resumen del encuentro, Educación no incluyó la propuesta de regresar más tarde a las aulas tras este período de descanso, que la Xunta aseguró que estaba analizando y que adoptaría en todo caso de acuerdo a criterios sanitarios.
