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Casi 5.000 jóvenes vuelven con sus padres por el COVID al no poder pagar el alquiler

La pandemia provoca un revés en el proceso de emancipación en toda España del que Galicia no queda exenta | Al paro juvenil se suma el alza de los precios de la vivienda

El proceso de emancipación siempre conlleva algo de riesgo y de aventura, pero sobre todo es un reflejo de las oportunidades laborales que se les abren a los jóvenes y que les permite abandonar la casa de los padres. No siempre es fácil porque el paro, desde hace años, tiene especial incidencia en el sector más juvenil de la población. Y por si fuera poco, este año irrumpió la pandemia del COVID, complicándolo todo aún más. Porque ya no es que se frenara el ritmo de la emancipación, sino que sufrió un regresión en España y, por supuesto, en Galicia. Al final del primer semestre del año casi 5.000 jóvenes gallegos que ya se habían instalado en un domicilio propio tuvieron que volver a la casa de sus padres ante la imposibilidad de hacer frente al pago del alquiler y de los gastos asociados a una vida independiente como consecuencia, precisamente, del deterioro del mercado laboral, el cierre de negocios y las regulaciones de los empleos a causa de la crisis sanitaria.

Solo en tres comunidades ha subido la tasa de emancipados

El último balance del Observatorio de la Emancipación del Consejo de la Juventud de España revela que a finales de 2019 casi 59.400 gallegos de entre 16 y 29 años se había ido de casa de los padres para iniciar una nueva etapa vital formando su propio hogar. Pero seis meses después, por las consecuencias del COVID y su impacto sobre la actividad económica, la cifra de emancipados se rebajó a 54.400, lo que significa que unos 5.000 jóvenes tuvieron que recoger sus cosas y volver al domicilio paterno. De una tasa de emancipación del 18,6% en diciembre del pasado año se ha pasado en junio al 17,1%, dos décimas por debajo de la media nacional, fijada en un 17,3%, el porcentaje más bajo desde el año 2001.

La crisis económica provocada por la pandemia elevó la cifra de paro especialmente entre la población joven hasta alcanzar el 26,1% a finales del primer semestre de este año. Y de las personas que estaban ocupadas en el segundo trimestre de este año, cuatro de cada diez no trabajaron ninguna hora desde que se desató la pandemia hasta junio y otro 33,7% estuvo afectado por un expediente de regulación de empleo o por una situación de paro parcial por razones técnicas o económicas, circunstancias que se produjeron en Galicia con mayor frecuencia que en otras comunidades autónomas.

Hugo Barreiro

“En este escenario, la tasa de emancipación residencial de la población joven continuó disminuyendo, de manera que en el segundo trimestre de 2020 tan solo el 17,1% estaba residiendo fuera del hogar familiar”, resume la situación de Galicia el Consejo de la Juventud de España (CJE).

A la pérdida del empleo y el drástico descenso de las oportunidades laborales derivadas del confinamiento y la caída de la actividad económica se sumó un alza de los precios de los pisos, tanto para el caso de que se buscara vivienda en propiedad como en alquiler.

“El acceso a la vivienda, pese que a priori sería más económico en Galicia que en otras comunidades, no fue viable para una persona joven en solitario, sea en compra o en alquiler. A todo ello hay que añadir que en Galicia la renta media de las viviendas libres en alquiler ha aumentado un 8,2% en tan solo un año”, destaca el Consejo de la Juventud de España.

La situación en el conjunto de España no difiere mucho de la gallega. La tasa de emancipación nacional cayó al 17,3%, la más baja desde 2001. A diferencia de la anterior crisis que fue gradual, la de ahora llegó “de golpe” y afectó a la población que ya era más vulnerable, como los jóvenes, subraya Joffre López, sociólogo, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y encargado de realizar el informe.

Comportamiento desigual

El estudio precisa que la caída de la tasa de emancipación ha sido mas fuerte entre las mujeres que entre los hombres y que ha afectado más a los de nacionalidad extranjera, los que tienen estudios primarios y secundarios y a los que ya estaban en paro. Las razones son las mismas para el conjunto del Estado: una combinación de altos niveles de paro, bajos salarios y elevados precios del alquiler y, por supuesto, también para la compra, a lo que a esta última se suma una endurecimiento de las condiciones para acceder a una hipoteca.

Pero el descenso no sido por igual en todas las comunidades autónomas. De hecho, hay tres en las que no ha bajado. Se trata de Canarias, lo que se explica por el aumento de inmigrantes que ya vienen emancipados; La Rioja, cuya muestra es muy pequeña para ser significativa; y Baleares, donde ya había caído de forma importante en 2019.

Cataluña, con un 20,9%, está por encima de la media en emancipación juvenil y Andalucía (14%) se sitúa a la cola, una posición en la que nuca había estado. Con tasas superiores a la gallega se encuentran también Aragón (18%), Asturias (17,3%), Baleares (17,8%), Canarias (18%), Madrid (19,4%) y La Rioja (20,3%).

Mientras que en Suecia la edad media de emancipación es de 17,8 años, en España se sitúa en 29,5 años, y entre ellos dos se sitúan una veintena de países europeos.

La presidenta del CJE, Elena Ruiz Cebrián, advirtió de que los datos constatan que “no toda la población vulnerable es joven, pero sí prácticamente toda la población joven es vulnerable”.

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