Tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, Hacienda puso bajo la lupa a los ayuntamientos, a los que impuso estrictas medidas de control para garantizar unas cuentas saneadas y evitar que incurriesen en déficit. Con el estallido del Covid y ante el fracaso del decreto sobre el uso de los ahorros locales, las arcas municipales afrontan un nuevo escenario de incertidumbre marcado por un aumento de los gastos derivados de la pandemia y una merma de ingresos por el empeoramiento económico. Las administraciones locales se encuentran en una delicada situación, de mayor calado en el caso de Galicia, según el informe presentado por expertos de Red Localis sobre el grado de cumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria y la regla de gasto municipal. Menos de la mitad de los ayuntamientos gallegos, en concreto el 46,6%, de los que detallan su información financiera a Hacienda presentan unas cuentas equilibradas y cumplen el techo de gasto, casi 19 puntos menos que la media nacional (65,5%). Las ciudades presentan las mejores tasas de cumplimiento y, por el contrario, son los municipios de menor tamaño los que tienen más complicado cumplir las normas contables.

Menos ingresos

Los expertos en administración local advierten de que la dificultad para tener unas cuentas municipales equilibradas se verá incrementada ante el previsible aumento del gasto por la pandemia, así como por la reducción de los ingresos. Además, apuntan, habrá que tener en cuenta las dificultades de muchas familias y empresas para poder hacer frente a las obligaciones tributarias.

Los expertos ven "aconsejable" flexibilizar la normativa sobre estabilidad presupuestaria, un elemento que busca conseguir que los ayuntamientos cierren cada ejercicio con un equilibrio entre ingresos y gastos (evitando situaciones de déficit crónico), y del techo de gasto (para evitar que aumenten sus presupuestos en situaciones de crecimiento económico). Así, recuerdan en el informe el elevado remanente de tesorería que tienen los concellos, por lo que -urgen- "no es necesario que se ajusten al déficit cero, ni tampoco que estén tan encorsetados en cuanto al techo de gasto".