Miguel Caride ha pasado de ser el concejal portavoz de DO en el grupo de gobierno del Concello de Ourense a liderar una ruptura interna en el partido de Jácome que pone la gobernabilidad municipal al borde del abismo. Los cinco ediles díscolos registraron este viernes un escrito en Fiscalía en el que piden que se investiguen presuntas irregularidades en la gestión de los fondos públicos del partido y las donaciones que realizan de su salario los trabajadores eventuales. Y tirando de este hilo han soltado otros lastres. Acusan a Jácome de autoritario y dictatorial, dicen que les hace sentir vergüenza, y piden su dimisión.
-¿Por qué ahora?
-Si no lo hicimos antes es porque intentamos solucionarlo en aras de la gobernabilidad de la ciudad. Nos hubiera gustado no tener que hacerlo, pero ahora está encima de la mesa. La mayoría de los concejales de DO le hemos pedido la dimisión al alcalde y él pide que dimitamos nosotros. Pero nosotros consideramos que el problema es él y si se marcha le hará un gran favor a Ourense.
-El alcalde ha reiterado su compromiso con la ciudad hasta el final del mandato.
-La mejor solución para la ciudad es que él dimita, tanto si seguimos nosotros como si no. En cualquiera de los dos casos él se tendría que marchar. ¿No lo hace? Él sabrá, ya se juzgará su gestión y su comportamiento más adelante. De momento lo que decimos es que aquí hay un proyecto absolutamente personalista. Ourense es la tercera ciudad de Galicia, con un presupuesto de más de 100 millones de euros. Esto no es un chiringuito de amigos, tiene que ser un gobierno fuerte que quiere evolucionar.
-¿Es posible la convivencia en el grupo de gobierno después de lo ocurrido este viernes?
-Nosotros somos concejales con un acta en el Concello de Ourense. Hemos ido por unas siglas de un partido que Jácome domina de arriba abajo a su manera. A todos se nos invitó a participar en un proyecto sobre unas siglas. Pero por la experiencia que hemos tenido con él, no nos sentimos ya vinculados a ningún partido en el que Jácome pueda ser líder. Lo importante ahora es como sacar adelante la ciudad. Nosotros no vamos a ser un obstáculo, pero el problema no se va a agotar con que los concejales de DO abandonemos el proyecto, nos sustituirán otros, pero la situación seguirá ahí.
-¿Han pensado en renunciar como ya ha hecho el edil de Cultura, Mario González?
-De momento no, pero no se descarta en el futuro. No tenemos capacidad de forzar la dimisión de Jácome, pero lo que no vamos a hacer es formar parte de algo en lo que no creemos ni estamos conformes y pensamos que es negativo para la ciudad. La decepción y la pérdida de confianza es completa, y no solo nos decepcionó a nosotros, también a muchísima de gente y a los socios de gobierno.
-La forma de llevar el partido y su personalidad ya eran conocidas. ¿De dónde viene esa decepción?
-Sabíamos de la personalidad difícil y compleja de Gonzalo pero cuando empezó esto presentó un proyecto y se habló, éramos equipo, nos reuníamos. A mí me escuchaba y me tenía en consideración. Empezamos bien y se lo hicimos saber, que esto podía funcionar, pero el alcalde siempre se escapa por las redes sociales y no se puede decir lo primero que le viene a la cabeza en materia de política municipal. Pero además, yo creo que cambió, sobre todo en los últimos seis, siete meses. Es una persona totalmente distinta a la que conocía. Mucho más egocéntrico, mucho más personalista, autoritario, de puño en la mesa. Ya no le conozco, no sé quién es.
-Hay quien ve la mano de Baltar detrás de esta revuelta.
-Hay un runrún, pero sinceramente, creo que al PP no le viene nada bien esto, no creo que una crisis de este calado le pueda valer para algo a Baltar. Esto es estrictamente nuestro, de la relación con este señor, de las cosas que hemos ido descubriendo en lo que va de año. Lo que pasa es que da mucho juego político a la oposición y sobre todo a los detractores de Baltar que él esté detrás. Pero no. Otra cosa es que esté informado.
-¿Y qué ha dicho?
-No intentó pararnos ni acelerarnos, ni instarnos a nada. La postura de ellos es la de estar viendo esto desde la barrera. Es la que ha sido siempre. Pero ahora es otro momento, esto ha saltado, y entiendo que ellos harán una reflexión sobre lo que está ocurriendo y tomarán la decisión que tengan que tomar. El pacto, ha dicho la portavoz municipal, está vigente, y yo lo ratifico. Además, se ha hecho mucho trabajo y queda mucho por hacer. Pero está parado y obstaculizado por el alcalde. Si ellos quieren o piensan que la persona al frente siga siendo la misma, pues perfecto, yo no tengo nada que decir. Haré mi retirada y punto. Si consideran que debe ser sustituido, que es lo que yo pienso, pues que se lo digan a Gonzalo.
-¿Quién cree que debe ser esa persona?
-No me lo he planteado. Pero creo que en estos momentos cualquiera de los concejales del PP como cualquiera de los que al final queden de DO. Cualquier persona más contenida que deje trabajar a la gente y que sepa valorar el trabajo de las personas, escuchar al personal, integrar, dialogar. .
-¿Aceptarían que fuese del PP?
-Aceptamos cualquiera de los dos. Entonces la respuesta es un sí.
-¿Es el PXOM el detonante?
-No tiene nada que ver con esto, ni otras grandes cuestiones políticas que afectan a la ciudad. Jácome ha dejado caer eso, y Cs y el BNG también han comentado al respecto. Es algo que tiene que ver con la seriedad y la responsabilidad. No hay una cuestión de fondo, sino de forma.