En la sociedad líquida actual la falta de un marco estable contribuye a sumar citas "históricas" en el calendario, especialmente tras la crisis financiera de 2008. Desde entonces, se suman 15M, estallido del sistema tradicional de partidos, abdicación de un Rey... Pero todos esos cambios empequeñecen ante la dimensión de la pandemia del coronarivus SARS-CoV-2, que obligó a suspender las elecciones autonómicas previstas para el 5 de abril. La crisis marcó un debate inédito por el contexto.

La falta de concreción en los debates televisivos rígidos como el celebrado ayer se incrementó a la hora de abordar la coyuntura actual y, sobre todo, las respuestas para los próximos meses. Apenas hubo una referencia de rondón a los fondos europeos que podrían llegar a Galicia (alrededor de 8.000 millones de euros) procedentes de la Unión Europea y pocas a los impuestos. La Xunta de Feijóo ha congelado el cobro hasta noviembre, pero todo parece indicar que las ayudas prometidas por todos deberán financiarse con fondos procedentes de algún sitio.

El escenario estaba claro de antemano. Feijóo defendió que la "anticipación" de la Xunta ante la pandemia salvó decenas de vida. Citó de ejemplo el cierre de colegios tres días antes de que se decretase el estado de alarma, a lo que Caballero respondió con un "como en toda España" alejado de la realidad. "Si no hubiésemos comprado respiradores quince días antes, las UCI hubiesen colapsado", alegó el candidato del PP.

La izquierda centró menos argumentos en la respuesta económica que en criticar la respuesta sociosanitaria de la Xunta, salvo la defensa de los ERTEs por parte de Caballero y de Gómez-Reino, que sacó a colación varias veces a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Cuando reprochó a Feijóo el posible cierre de Alcoa olvidó su cuota de responsabilidad, pues su formación se sienta en el Consejo de Ministros.

El candidato de En Común acusó a Feijóo de impulsar privatizaciones en las residencias de mayores y optó, como Pancho Casal, por un modelo únicamente público. En ese punto, la oposición cargó contra la tardanza en actuar en estos centros y en la negativa de la Xunta a abrir los centros de día. "Es la única comunidad que los mantiene cerrados", dijo Pontón. La izquierda prometió abrirlos de inmediato si ganan.

"Quedó claro. Ustedes quieren abrirlos y nosotros queremos hacerlo con todas las garantías", respondió Feijóo para justificar su espera hasta septiembre.

No se produjo ni un solo consenso, salvo en el recuerdo a las 619 víctimas causadas por el Covid-19 en Galicia.