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El impacto de la pandemia sobre la movilidad en Galicia

El tráfico en las vías autonómicas cayó hasta un 91% por el Covid-19

La reducción media de la circulación en autovías y autopistas de concesión alcanzó el 73% tras la aprobación del estado de alarma | La fase 1 reactivará desde hoy los desplazamientos en Galicia

Un cartel de la DGT advirtiendo de las restricciones de movilidad durante el estado de alarma. // Iñaki Osorio

El obligado confinamiento social impuesto desde el 15 de marzo por la aprobación del estado de alarma comienza a relajarse y Galicia inicia hoy la fase 1 de la desescalada, que permite reuniones de hasta diez personas, la apertura parcial de restaurantes y bares o los viajes conjuntos en coche, entre otras cuestiones. Poco a poco comenzará a recuperarse el movimiento en las calles y las carreteras, afectadas en las semanas previas por una soledad inédita. En las autovías gallegas en régimen de concesión las medidas para luchar contra la pandemia del Covid-19 el tráfico de vehículos se desplomó una media del 73% durante las siete semanas posteriores a ese estado de excepcionalidad, con picos en días festivos del 91% en lo relativo a los turismos.

Esta es la radiografía de uno de los impactos causados por el coronavirus SARS-CoV-2 en la actividad de la comunidad, que consta en los análisis de tráfico elaborados por la Consellería de Infraestruturas y añadidos a la memoria sobre la circulación durante el año pasado en las vías de titularidad autonómica.

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Los datos, por tanto, se refieren a las autovías gestionadas por empresas privadas de O Salnés (AG-41), O Barbanza (AG-11), Brión (AG-56) -en el entorno de Santiago-, Ourense-Celanova (AG-31), el enlace entre Curro -salida de la AP-9- y -Sanxexo (AG-41) y el tramo Carballo-Baio de la AG-55 con peaje en la sombra. A ellas se unen las autopistas de peaje también en manos de concesionarias del Val Miñor (AG-57) y Costa da Morte (AG-55, A Coruña-Carballo). El contrato de gestión de todas estas infraestructuras obliga a las concesionarias a contar con un sistema digital que contabilice el tráfico por ellas diariamente, por lo que es posible comparar la circulación durante el estado de alarma con el mismo período del año pasado, explican fuentes de Infraestruturas.

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Durante las algo menos de ocho semanas transcurridas desde que el Gobierno optó por una medida que solo había sido adoptada en una ocasión desde la aprobación de la ley que permite restringir los derechos fundamentales en 1981 -también autoriza estas medidas el estado de excepción y de sitio-, la circulación en esas vías se desplomó un 73% de media -76% los vehículos ligeros y 33% los pesados-, pasando de un promedio de 10.800 vehículos diarios entre todas las infraestructuras citadas a 2.994, de acuerdo con las cifras de Infraestruturas. Dos de ellas, las que cuentan con el contrato de las autovías de O Salnés y O Barbanza, necesitaron desde 2014 inyecciones extra de fondos públicos para evitar su quiebra y el consiguiente rescate de la concesión, que costaría a la Xunta 127 millones de euros. Esa situación se produjo por el desplome de tráfico causado por la crisis económica que se inició a finales de 2008 con la quiebra del banco estadounidense de inversión Lehman Brothers.

La situación ha mejorado en términos globales, pues la circulación media en las vías de titularidad autonómica sumaron el año pasado su quinto ejercicio consecutivo de incremento de tráfico, aunque los 3.178 vehículos diarios no alcanzan los niveles de 2005 -son 22 menos-. Todas las provincias mejoraron sus datos. Pontevedra pasó de 4.408 a 4.595; A Coruña, de 4.288 a 4.337; Ourense, de 1.642 a 1.767; y Lugo, de 1.582 a 1.589.

Fines de semana

Esa evolución saltó por los aires en las semanas posteriores a la aprobación del estado de alarma a mediados de marzo. Desde entonces, el tráfico descendió un 69% de media en los días laborales, con gran diferencia entre los turismos (-72%) y los vehículos pesados (-31%), pues la actividad de reparto a la que se dedican estos últimos se mantuvo parcialmente, sobre todo en lo relativo al abastecimiento de supermercados y tiendas de alimentación.

Los festivos el desplome alcanzó la mayor intensidad de esta crisis, con una reducción del 90% de promedio. Los camiones en estas carreteras disminuyeron un 57% frente al 91% de turismos y demás vehículos ligeros.

Similares cifras ofrece el comportamiento durante los fines de semana, con una caída media del 87%, porcentaje que alcanzaron los turismos frente al 54% de los vehículos pesados, según los datos de la Xunta.

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