La repentina convocatoria electoral en Galicia para el Domingo de Ramos, a menos de dos meses vista, ha pillado al espacio de la izquierda rupturista sin candidatos y con una fecha límite, el 21 de este mes, para formular coaliciones, mientras que el PSdeG se ve ya "preparado" para lograr el cambio en Galicia y el BNG defiende que tiene los "deberes hechos" y aspira a "liderar" un cambio con su portavoz nacional y candidata, Ana Pontón, que ha anunciado que acortará su baja de maternidad para ponerse a trabajar.

En lo que sí fue ayer casi unánime la voz de la oposición en Galicia fue en reprochar a Alberto Núñez Feijóo el ir "a rebufo" y al "paso" y "calendario" de lo que marcan otros ejecutivos, en este caso el presidido por Íñigo Urkullu, en Euskadi. Así, para el secretario xeral de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, "Euskadi marca la agenda de Feijóo", al que reprocha no tener "palabra ni proyecto para Galicia", o qu e sea "agónico", unos comentarios que casi repite desde el BNG la viceportavoz parlamentaria Olalla Rodil, para quien el mandatario gallego también demuestra al fijar la fecha de la cita electoral que "su palabra no vale absolutamente nada" y "una vez más" va a "rebujo de lo que le marcan desde fuera". En todo caso, ambas formaciones se sienten listas para afrontar el reto.

También para Luis Villares, portavoz de En Marea, la cita del 5 de abril supone que Feijóo deja "que el resto le marquen el paso". Aunque lamentó que el mandatario gallego no haga uso de la "soberanía" que le permite elegir fecha electoral y se haya visto condicionado por "dinámicas externas a Galicia", Villares considera que el adelanto servirá para "abrir una primavera democrática" en la comunidad. Por su parte, avanza que pondrán las máquinas a funcionar para elegir candidato.

Para Luca Chao, portavoz del Grupo Común da Esquerda, también es "soprendente" que sea Urkullu quien decida "cuál es el calendario electoral de Galicia". No obstante, dice que el adelanto no les pilla por sorpresa, como señaló también Rodil, si bien en el caso del BNG implica que Ana Pontón, que ha sido madre hace poco, deba regresar antes de lo esperado de su permiso de maternidad, como reconocía ayer en su cuenta en Twitter.

Para Chao, fue "el grito de las calles" el que obligó a Feijóo a convocar, como le "obligó" a rectificar sus políticas en varias ocasiones en las últimas semanas. "En todo caso", señaló, "cuanto antes mejor porque es evidente que Feijóo no tiene proyecto para Galicia", alegaba ayer. Sobre el hecho de que las fuerzas que integran Común da Esquerda (Anova, Podemos y Esquerda Unida) aún no hayan decidido si se presentarán juntas o quién será el candidato, Chao aseguró que lo que "caracteriza" a su espacio es que "lo importante nunca fueron las personas, sino los proyectos", pero que están trabajando en ese asunto.

Para la coordinadora nacional de Esquerda Unida, Eva Solla, el adelanto electoral anunciado por Feijóo responde al "miedo" del PP a "perder" la Xunta y sostiene que su formación afronta este proceso "preparada, con fuerza e ilusión". "Estamos seguras de que esa candidatura de confluencia que adelantaremos en las próximas semanas y que estamos trabajando con el resto de fuerzas de la izquierda alternativa, va a ser decisiva" para que la derecha pierda el poder en Galicia, dijo.

Desde Anova, la formación liderada por el diputado Antón Sánchez y el exregidor de Santiago Martiño Noriega ofrecieron ayer "generosidad" y "altura de miras" para conformar una alternativa conjunta en el rupturismo gallego de cara a la cita electoral. Desde Anova defienden que se "necesita" una "nueva mayoría parlamentaria que a partir de abril ponga los intereses de la gente corriente por encima de los de las grandes corporaciones".

Desde la Marea Atlántica ven "injustificado" el adelanto electoral. Con todo, si bien consideran que responde a "un último ejemplo de la falta de proyecto de país que levamos sufriendo más de una década en Galicia", aseguran que tomarán partido de cara a la cita y cooperarán en construir una alternativa electoral amplia, para lo que llama a las diversas fuerzas políticas del espacio del cambio en Galicia y a las mareas municipalistas a "conseguir un acuerdo" alrededor de una "única candidatura" para lograr un gobierno "progresista".