La muerte de un usuario de un patinete eléctrico en Campelo (Poio), el primer fallecido de un piloto de este tipo de vehículos en Galicia, ha vuelto a abrir el debate sobre las medidas de seguridad que deben adoptar las personas que se mueven en los bautizados como VMP (Vehículos de Movilidad Personal).

Ayer eran varios los colectivos que a raíz de este suceso, y más allá de las circunstancias concretas del mismo -una indisposición previa se mantiene como posible desencadenante del siniestro mortal-, recomendaban incrementar las medidas de autoprotección que se deben adoptar en el uso de los mismos. Así, por ejemplo, la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial de Cabeza y Cuello insistía ayer en recomendar el uso del casco integral para circular en patinete eléctrico, pues según la Asociación Americana de Cirugía Oral y Maxilofacial casi el 60% de los pilotos de los patinetes eléctricos presentaban lesiones craneofaciales y más de la mitad de ellas severas, fracturas, hemorragias internas, traumatismos craneoencefálico o pérdida de consciencia y ninguno usaba el casco.

También desde la DGT se ha manifestado que el uso de esta medida de protección no está de más, pero se está pendiente de una regulación formal.