La Xunta ha dado un giro a su planteamiento sobre el cierre del paritorio. Hace justo una semana, su presidente, Alberto Núñez Feijóo, dijo sobre la clausura de este servicio que "no tiene solución". Ayer, sin embargo, esbozó una alternativa al contemplar la posibilidad de reabrirlo si se cumplen dos condiciones, que se cubran las plazas de pediatra que ahora mismo están vacantes y, además, que así lo recomiendan los obstetras y profesionales de Pediatría de la gerencia sanitaria de Ourense.

Las dos plazas se ofertaron en junio pero nadie se interesó por ellas, por lo que ahora -una semana después de que se descartara cualquier solución-, se saca la misma convocatoria, que se publicó ayer en el Diario Oficial de Galicia, por tanto, antes de conocerse el primer controvertido parto en Verín tras el cierre del servicio.

"Si tenemos pediatras en Verín y nos dicen que volvemos a dar las condiciones de seguridad en el parto y en la atención a los niños, volveremos a rehabilitar el acto concreto del parto en el hospital comarcal", declaró tras el Consello de la Xunta. Al año, en este centro hospitalario se registran unos 60 partos.

En todo caso, Feijóo quiso dejar claro que el cierre del servicio de paritorio no responde a criterios políticos, sino que se trata de una "decisión médica", puesto que el parto se podría realizar sin problema, pero lo que pasa es que no hay pediatras que atiendan luego al recién nacido, lo que para Feijóo sería una total "irresponsabilidad".

"Fue una decisión sanitaria. Nos lo propusieron ginecólogos y pediatras del hospital de referencia, que es el de Ourense. Ahora volvemos a sacar plazas de pediatría y, si se cubren, volveremos a analizar la reapertura del servicio", comentó Feijóo.

En cuanto a la mujer y al bebé trasladados a Ourense tras el parto de urgencia en Verín, Feijóo respondió que "por algo será" e incidió en que se trata de una cuestión de la suficiente relevancia como para no "improvisar".

En contra del cierre se han posicionado las fuerzas políticas de Ourense, entre ellas el PP provincial con su presidente -y también de la Diputación-, Manuel Baltar, al frente, quien ayer volvió a defender su postura, a pesar de chocar con el criterio de la Xunta y del PP gallego.

"Hay un clamor unánime", dijo Baltar, para que se dé marcha atrás a la decisión. De hecho, se refirió al parto de emergencia como "una consecuencia de este nuevo escenario que hay que revertir".

Baltar reconoció que entiende los problemas por la falta de especialistas, pero también matizó que "a medida que se cubran esas plazas el objetivo claro es volver a abrir y poner a disposición de la comarca y de la provincia un servicio tan importante como este".

Por este motivo señaló que la falta de pediatras es una cuestión de recursos humanos que debe ser solucionada para "evitar que el cierre del paritorio se convierta en una suspensión definitiva".