El veto de la Consellería de Educación a interinos que quieren ocupar cargos directivos en centros de enseñanza está suscitando quejas en la comunidad educativa. La Xunta denegó el nombramiento de dos profesores interinos que se postularon para ser vicedirectora y secretario de la escuela Mestre Mateo de Santiago. Tampoco se autorizó a otra interina que ocupase el puesto de jefa de estudios en el Centro de Adultos de O Berbés. La CIG anunció que pedirá que se anulen las instrucciones que impiden al profesorado interino acceder a estos cargos debido a la dificultad para cubrir estos puestos y a que en algunos colegios no existe alterativa.

Según explica la Consellería de Educación, el director del centro debe ser funcionario de carrera y se nombrará por un periodo de cuatro años.

Los restantes miembros del equipo directivo deberán ser nombrados entre el profesorado con destino definitivo. Solo en situaciones excepciones, según Educación, se podrán nombrar a profesores que no tengan destino definitivo en el centro, pero siempre se dará prioridad a los funcionarios de carrera sobre el personal interino.

Para la CIG esto es "un despropósito" y supone "una discriminación" y defiende que, si no hay docentes con plaza fija en el centro, no se debe distinguir entre funcionarios con destino provisional e interinos.