El nacionalismo se rearma para intentar regresar en los comicios generales del 10 de noviembre a las Cortes Generales. El BNG sumó ayer a su causa a Compromiso por Galicia (CxG), formación nacida a partir de una de sus escisiones, pero también el apoyo implícito de En Marea, que si bien rechazó concretar a qué fuerza avalarán tras renunciar a la cita electoral, sí trazó un retrato robot del destino que deberían tener sus votos que se ajusta al Bloque. A pesar de ello, esa ayuda supondría unos 20.000 votos obtenidos el pasado abril, por lo que lograr un escaño en el Congreso seguiría estando lejos para la organización que capitanea Ana Pontón, que obtuvo 94.000.

La portavoz frentista y el secretario xeral de CxG, Juan Carlos Piñeiro, escenificaron ayer un pacto para que "Galicia recupere la voz propia en el Congreso" ceñido al 10-N, rechazando lecturas para las autonómicas de 2020. Las listas del BNG incorporarán en un puesto simbólico a miembros de CxG: Berta Roldán, quinta al Congreso por Pontevedra; Montserrat Almozara, sexta al Congreso por A Coruña; Xabier Vázquez, suplente al Senado por Lugo; y Celso Sánchez, tercero al Senado por Ourense.

"Debemos cambiar las formas y el chip de hacer política", justificó Piñeiro sobre el acuerdo, a pesar de que en un principio CxG optaba por una candidatura "unitaria". "Es el momento de hacer política útil, que sirva a la gente", añadió el líder de un partido que en abril obtuvo menos de 3.000 apoyos.

Por su parte, Pontón agradeció el gesto de CxG, basado en diez principios que arrancan con que "Galicia es una nación y tiene derecho a la autodeterminación" e incluyen la reclamación de un concierto económico, una hacienda gallega o la defensa del idioma.

La izquierda experimentará una reordenación el 10-N con la irrupción de Más País. En Marea rechazó concurrir a los comicios tras fracasar su intento de sellar una alianza con el errejonismo y con las fuerzas propias de Galicia, además de tener en cuenta el batacazo de abril en el que no alcanzó ni 18.000 votos tras romper con Podemos.

El diputado del grupo mixto y miembro de En Marea Pancho Casal aclaró que su partido no pedirá el voto de forma explícita para ninguna organización el 10-N, pero apeló a a sus bases a apoyar a quienes "defiendan una agenda gallega de verdad" en lugar de ser una sucursal" de partidos estatales, algunas "montadas en cuatro horas en base a llamadas de teléfono", según Europa Press. Esa definición se ajusta a la lista del BNG, con el que En Marea no logró acuerdos cuando sondeaba un pacto con la recién creada Más País.

De hecho, Ana Pontón recordó que "ir de ganchete" con fuerzas estatales "llámense Podemos o Máis País" es una línea roja para el BNG.

Por su parte, Casal que fue miembro de la dirección de Podemos en Galicia, lamentó que el errejonismo solo buscaba una "sucursal gallega" a lo que no se prestó En Marea.