La Xunta dio ayer un paso más para aliviar la precariedad laboral del personal sanitario y aplacar así la revuelta en Atención Primaria. Tras activar los contratos de continuidad para médicos de familia y pediatras que cubren bajas -se han firmado treinta hasta la fecha-, el Gobierno gallego extiende ahora esta modalidad a los enfermeros. La idea es dar estabilidad a este personal y reducir la concatenación de contratos.

Estos contratos será de un año de duración prorrogable a tres. Se aplicará no solo para enfermeros de los centros de salud, sino también para los que trabajan en hospitales. La Xunta prevé que se beneficien hasta final de año hasta cien profesionales.