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Solo 12 de los 100 médicos incorporados al Sergas se acogieron al nuevo contrato

"Entre la opción precaria y la muy precaria, preferimos la precaria", dicen

Paro de los médicos de familia de Vigo. // Alba Villar

Los nuevos contratos de continuidad ofertados por la Consellería de Sanidade para solucionar la inestabilidad de los médicos eventuales no convencen. De los 99 facultativos de familia y pediatras que se acaban de incorporar al Sergas tras acabar su periodo de residencia (MIR), solo 12 se han acogido a la nueva modalidad de contratación que la Consellería de Sanidade puso sobre la mesa este año para aplacar las protestas de los profesionales de Atención Primaria debido a la sobrecarga de trabajo y la precariedad laboral que sufren. Los médicos alegan: "entre una alternativa precaria y una muy precaria, preferimos la precaria".

Los médicos que cubren sustituciones en el Sergas encadenan un contrato tras otro. Pueden llegar a firmar más de 300 contratos en cinco años y tener una vida laboral de diez páginas a los 35 años. Ésta era una de las quejas planteadas por los profesionales de Atención Primaria a la que la Xunta intentó dar respuesta con una nueva modalidad contractual dirigida a ofrecer estabilidad a los facultativos eventuales. Se trata de un contrato de continuidad de un año, prorrogable a tres, con el que además pretendía retener a los residentes tras acabar su periodo de formación y evitar que se fueran al extranjero o a otras comunidades en busca de mejores condiciones laborales.

La última promoción de MIR terminó su formación en mayo y la Consellería de Sanidade logró retener a la práctica totalidad de los nuevos médicos: el 93 por ciento. Se incorporaron así al Sergas un total 83 médicos de familia y 16 pediatras. Sin embargo, no fue gracias al contrato de estabilidad. Solo 12 optaron por esta modalidad contractual. El resto prefirieron firmar contratos temporales. Desde Sanidade aclaran que, en todo caso, siempre están a tiempo de pedirlo cuando así lo soliciten.

¿Por qué? Ya lo advirtieron desde un primer momento los facultativos eventuales: el contrato que ofrece la Xunta es una "continuación de la precariedad". Así, denuncian que firmarlo supone atarse a una relación laboral en la que deben estar disponibles las 24 horas del día, los 365 días del año, ya que el 40 por ciento de su horario está sin fijar con antelación. "El Sergas puede avisar a cualquier hora del día, de la noche o festivo para la incorporación inmediata a consultas o guardias en un punto geográfico no determinado y así cada día de cada mes durante un año o los tres que dure el contrato", denuncia el colectivo afectado.

Si optan por rechazar el contrato estable, se quedan en las listas de contratación para cubrir sustituciones temporales y, aunque también pueden ser llamados en cualquier momento, tienen la opción de negarse. Aunque les suponga una penalización, que consiste en caer al final de la lista, debido al déficit de médicos de familia que sufre el Sergas no les supondrá estar sin volver a trabajar mucho tiempo.

Otra de las pegas que los eventuales ponen al contrato del Sergas es que cada 15 días los mueven de centro de salud. "E incluso cuando estás en un ambulatorio te pueden ir cambiando de consulta, de manera que no se garantiza una continuidad asistencial al paciente", lamenta Laura Prado, del colectivo Precarias pola Atención Primaria. Además, no se definen número de guardias, ni hace distinción entre guardias de noche o de día. "Puedes encadenar 31 horas sucesivas de trabajo y pasar consulta de 7 horas a los pacientes después de estar toda la noche trabajando en urgencias", alerta.

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