El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, rechazó involucrarse ayer en el conflicto del grupo parlamentario de En Marea, pero reconoció que preferiría "que hubiese tranquilidad", en alusión al intento fallido de los diputados de Podemos de forzar el relevo de Luís Villares como portavoz en la Cámara, si bien lograron amplia mayoría a su deseo de "reordenar las portavocías", postergando hasta después de las municipales su asalto contra el juez en excedencia.

El regidor alegó la campaña electoral para tratar de retener el bastón de mando en los comicios del día 26 para desmarcarse de la guerra del grupo rupturista. "Yo estoy centrado en A Coruña", declaró ayer, informa Europa Press.

Su homólogo en Santiago y también uno de los tres "alcaldes do cambio", Martiño Noriega, emuló su argumento y anuncio silencio sobre cuestiones internas de su espacio político "durante dos o tres semanas".