"Si aumentamos las tareas de las enfermeras, estamos dispuestos a aumentar la plantilla de Enfermería", acaba de asegura el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, un día después de que el Colegio de Enfermería de Pontevedra y el sindidato Satse reclamasen más personal y más recursos para atender las nuevas responsabilidades que el Sergas quiere encomendarles.

La propuesta de reforma de atención primaria plantea que a corto plazo las enfermeras pidan analíticas de crónicos o validen tratamientos anticoagulantes orales. Es una forma de aliviar la carga de trabajo de los médicos. El Sergas también proponen que en un plazo de año cubran los informes de valoración de dependencia o de material ortoprotésico. Además pretende que las enfermeras filtren a los pacientes que acuden a los centros de salud sin cita. Deberán acogerlos, valorararlos y "hacer una evaluación para determnar el el nivel de prioridad de la atención según la complejidad del caso, además de actuar, prestar asistencia y resolver como finalista".

Las enfermeras no se oponen pero demandan elevar plantillas, más recursos, mejor salarios y blindar legalmente las nuevas competencias. Almuiña, a preguntas de los periodistas sobre las reclamaciones de este colectivo, solo se pronunció sobre una, el aumento de personal.

El titular de Sanidade fue más inconcreto al responder a las críticas de los médicos. La Asociación de Galega de Medicina Familiar denuncia que "hay demasiadas letras y pocos números" en la propuesta de reforma y exigen concreción.

Almuiña defiende que el proyecto está "muy avanzado" y espera "cerrarlo en dos semanas". Sostiene que incluye aportaciones de todos los colectivos profesionales de atención primaria y de los propios pacientes. "No se hizo en un despacho", afirma.

El conselleiro de Sanidade está convencido de que la reforma planteada por su departamento será "un modelo de éxito" y avanzó que dos comunidades le han pedido el borrador, por considerarlo de interés. "Vamos por el buen camino", remarca.