"La educación sexual no solo consiste en evitar riesgos. Queremos que todos los niños y niñas, chicos y chicas aprendan a conocerse, a aceptarse y a que su sexualidad les resulte satisfactoria. Para eso hace falta que todas las ideas, actitudes, habilidades, valores... no se queden en evitar riesgos, que vayan un poco más allá. Porque, de hecho, las personas que tienen más recursos para disfrutar de su vida erótica suelen ser las que mejor previenen los riesgos no deseados". Así lo apuntan las guías para padres y madres con dudas sobre cómo afrontar la educación sexual con sus hijos e hijas. "Cuando pensamos en educación sexual arrastramos, normalmente, un modelo equivocado, centrado en los miedos: todo lo que tiene que ver con riesgos, embarazos no deseados, transmisión de enfermedades o cómo evitar o detectar abusos. Si lo analizamos, está vinculado a los miedos, a lo negativo", expresa Noa Tilve, psicóloga y coordinadora de los centros Quérote+.
Cada año esta red de asesoramiento afectivo-sexual trabaja con casi 9.000 jóvenes con dudas en este terreno, la mayoría adolescentes. "Estamos en contacto vía charlas, teléfono, internet pero lo más próximo es el WhatsApp, que permite una conversación en el momento y es mucho más directo", cuenta Tilve. Más allá de los jóvenes, son los propios padres y madres los que acuden a los especialistas de la red Quérote+, que depende de Política Social, en busca de pautas para tratar ciertos temas. "La cuestión es que se genere confianza para que, en una situación complicada, no piensen: 'mi padre me va a matar'. Ellos y ellas escuchan más de lo que parece, lo que hay es que crear un espacio de confianza y pensar en la educación sexual en positivo", cuenta Tilve Cabada.
En 2017 pasaron por charlas y talleres de Quérote+ más de 500 padres y madres de jóvenes que cursan Secundaria. El pudor para hablar con naturalidad sigue existiendo, según apunta Tilve por su experiencia con las familias. También sigue siendo reducido el número de adolescentes que preguntan dudas sexuales directamente a los padres: "en un grupo de 30 solo dos admitían hablarlo con los progenitores", expresa Tilve. Añade, en este punto, que los amigos siguen siendo clave. E internet. "Hay familias que piensan precisamente que con internet tienen mucha más información. Pero hay que ir más allá y crear espacios para hablar en positivo, no desde la advertencia", apunta Tilve. Comenta que hay padres y madres que consideran que no están preparados porque piensan en explicar enfermedades de transmisión sexual, los síntomas... "Se trata de trabajar la igualdad, los valores, la asertividad, la toma de decisiones. Deben conocerse a sí mismos, saber que todos somos diferentes y que hay diferentes formas de amar. Si los jóvenes se aceptan, entienden también que nadie ha de estar por encima de nadie. Y al trabajar la autoestima y la asertividad tendrán herramientas ante la presión grupal, quiero decir, para no tener una relación cuando no quieren o echar mano del alcohol para perder la vergüenza y poder ligar", describe Tilve. Han de entender "que se puede estar solo, que no es obligatorio tener pareja ni estar en una relación que no queremos", añade. Por ello Tilve recuerda que el trabajo de la autoestima y la asertividad "es fundamental". "También es muy importante el modelo afectivo que ellos observan en el ámbito familiar", especifica. Según la experta, el tema que más preocupación despierta en los últimos años es la identidad sexual. "En el teléfono 647018752 realizamos consultas por WhatsApp, el canal que más crece con diferencia", concluye Tilve.
