La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) rechazó ayer abrir una nueva investigación sobre el accidente del Alvia en Angrois en 2013, cuyo descarrilamiento causó 80 muertos y 144 heridos. Desoye así la petición no solo de las víctimas, sino también del Europarlamento y la Comisión Europea, que consideraban falto de independencia por depender del Ministerio de Fomento.

El pleno de la CIAF se reunió ayer para abordar esta cuestión, pero resolvió no reabrir el caso, en el que estableció como único culpable al maquinista del convoy por su despiste y exceso de velocidad en la curva en que descarriló. "Se ha considerado que en estos momentos no hay nuevos datos ni información que justifiquen una reapertura del informe técnico de Santiago", expuso el órgano en un escrito enviado a los medios.

Sin embargo, añadió una concesión ante la presión de las víctimas. "Debido a las peticiones recibidas y a la vista de la composición actual del pleno, se abre un período para estudiar la posibilidad de realizar alguna acción o análisis adicional, en base a la documentación existente", finaliza.

El CIAF es el organismo encargado de analizar los siniestros ferroviarios en el Estado y en su informe sobre Angrois, que publicó un año después del siniestro, apunta como causas el exceso de velocidad y la "falta de atención" del maquinista, si bien incorpora recomendaciones de mejora en los sistemas de seguridad.

Sin embargo, las víctimas llevaron el caso hasta las instancias comunitarias. La Comisión Europea encargó un informe a la Agencia Ferroviaria Europea (ERA) ad hoc y esta concluyó la falta de independencia de la CIAF. La comisaria de Transportes, Violeta Bluc, se reunió con las víctimas en julio y pidió a España abrir una nueva investigación, al igual que la Eurocámara. El propio ministro de Fomento, José Luis Ábalos, recomendó a la CIAF reconsiderar la necesidad de abrir nuevas pesquisas.

Esta cuestión generó una polémica a comienzos de mes durante la comparecencia en el Congreso del presidente de la CIAF en el momento de elaborar el informe sobre Angrois. Vicente Rallo Guinot declaró que él mismo había planteado repetirlo a la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, que le respondió que "no" porque ese asunto estaba "acabado, presentado y liquidado". "A nosotros no nos habría parecido ninguna barbaridad", añadió. Poco después de realizar esas declaraciones, Rallo se desdijo y que se refería a la CIAF cuando nombró a Pastor.

La negativa de la CIAF supone un portazo a las reclamaciones de las víctimas, que enviaron una carta al organismo y al director de la Agencia de Seguridad Ferroviaria, Pedro Lekuona, con el que se reunieron recientemente. En ella, piden a los integrantes de la comisión que lean "en profundidad y con ojos críticos el informe completo" de la ERA que concluye que no había cumplido "de forma adecuada con la obligación de investigación de accidentes" en el caso de Angrois, informa Europa Press.

Además, reclaman no solo abordar la apertura de otras pesquisas, sino propuestas como que "que formen parte del equipo miembros de la ERA, que ya han mostrado su predisposición a participar" y también "profesionales independientes con experiencia demostrada en evaluaciones de riesgos, factores humanos y su integración en los sistemas de gestión de la seguridad e investigación de accidentes ferroviarios".