¿Están a gusto los gallegos con su vivienda? Pues no mucho, según la Encuesta de Indicadores de Calidad de Vida que ayer publicó el INE. Los residentes en Galicia son los que menos satisfechos de toda España están con sus casas. Le dan un 6,8 de puntuación frente al 7,3 de media en el conjunto del Estado, siendo la única comunidad que baja del 7. Casi el 42% de los gallegos otorgan un suspenso o un aprobado raspado a sus viviendas.

Quizás esta valoración tenga que ver con las deficiencias que los propios inquilinos encuentran en sus hogares, ya que son los gallegos los terceros de España que más problemas estructurales detectan, como goteras, humedades en paredes, suelos, techos o cimientos, o podredumbre. En 2017 el 19% de la población encontraba alguno de estos fallos en sus casas, ocho puntos por encima de la media nacional, situándose a la cabeza los canarios, con un 32,1% de ellos con problemas estructurales en sus viviendas, seguidos de los murcianos (un 24,3%).

Los hogares más confortables se encuentra en Cantabria y Navarra, donde solo el 2,7% y el 3,3%, respectivamente, admiten que tienen problemas de goteras o humedades.

Las mayores deficiencias se registran en las zonas rurales. El INE no detalle las características de cada autonomía, sino de España en su conjunto, y señala que en relación al grado de urbanización, en el año 2017 el porcentaje más alto correspondió a las áreas poco pobladas con un valor del 13,6%, seguido de las zonas pobladas de nivel intermedio, con un 11,1%, y de las áreas densamente pobladas con un valor del 10,7%.