Alberto Núñez Feijóo tomó la palabra antes que Pablo Casado en el acto de ayer de Cerdedo-Cotobade, pero ya sabía el encargo que tenía para él el nuevo presidente del PP. Así se explica que dedicará el arranque de su discurso a esbozar su idea de partido. Feijóo reivindió "un partido centrado, porque así lo quieren los españoles". Para el titular de la Xunta y líder de los populares gallegos, el centro es el camino que conduce al apoyo "de la mayoría" de los votantes. Y de paso lleva de regreso a La Moncloa.

Feijóo lanzó esta reivindicación en un momento en que el PP, con la llegada de Pablo Casado, se ha desplazado ideológicamente más hacia la derecha. El nuevo líder, en un intento de frenar la fuga de votos a Ciudadanos, ha puesto el foco en la inmigración y la unidad de España. En su discurso de proclamación como líder del PP emocionó al auditorio, prometiendo un partido que defenderá el derecho a la vida y a la familia.

El titular del Ejecutivo gallego apostó ayer por un partido que aplica "el sentidiño común", pidió a los suyos tener "los pies en la tierra para saber" que piden y quieren los votantes. Apostó por un proyecto en el que "entren todos los españoles y que garantice progreso y bienestar."

Feijoo, que va a convertir en costumbre emocionarse en los discursos, aseguró que el PP es un partido constitucional que garantiza la unidad y la fraternidad de España, y que defiende la libertad y la igualdad, porque "no puede haber libertad sin igualdad".

Cuando Feijóo renunció a liderar el PP nacional, mantuvo que se puede hacer política nacional desde Galicia. Con el encargo que le dio ayer Pablo Casado tiene una oportunidad para continuar en la escena estatal, más allá del protagonismo que ya le otorga ser presidente de la Xunta y el único con mayoría absoluta.

En su vuelta de las vacaciones, que disfrutó en Galicia, "porque no hay un lugar mejor para pasar" los días de descanso, el titular de la Xunta se mostró muy incisivo con la oposición y el Gobierno de Sánchez. Repartió estopa a todos. Aseguró que todos recuerdan los "fichajes estrella" del presidente, pero "ni una sola decisión" de "un gobierno de apariencias".

Al PSdeG, que en ese mismo momento celebraba un acto en Santiago con la vicepresidenta Carmen Calvo, le dijo que "siempre actúa como una sucursal del PSOE y no como un partido de Galicia".

De En Marea apuntó que "en un tiempo récord ha decepcionado" a sus electores, y del BNG comentó que no entiende como defiende "recetas de hace 40 años" cuando lleva 40 años cosechando fracasos electorales. También citó a Ciudadanos, al que acusó de "importar problemas que en Galicia no se dan".

Pero el enemigo a batir era el regidor de Vigo, Abel Caballero. El objetivo es intentar erosionar su mayoría absoluta con el accidente del Marisquiño. Hasta Pablo Casado se sumó a las demandas de "conocer la verdad" . Feijóo elogió a la portavoz del PP en la ciudad olívica, Elena Muñoz, por no tener "más compromisos que saber la verdad, para no seguir abochornándonos por lo que pasó". Antes, en la tribuna, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, remarcó "la valentía" de Muñoz, al exigir explicaciones y transparencia al Concello.

Tras la polémica abierta por la conselleira Beatriz Mato, ayer ausente, al pedir compensaciones solo para Langosteira, después de la condonación estatal a los muelles de Valencia, Feijóo declaró: "Aquí no hay norte ni sur, aquí hay Galicia. No dividimos entre buenos y malos. Todos cabemos en Galicia, y Galicia es un mosaico plural de gente" .