Hace solo unos meses la Policía descubría en un piso de Lugo el cadáver ya momificado de una anciana de unos 70 años que llevaba ocho meses fallecida. Nadie se dio cuenta de su ausencia. Y no es un caso aislado. Cada vez son más los mayores que viven solos en Galicia y eso se está convirtiendo en un problema de calado tanto para los servicios sociales como para los sanitarios. Las plazas en residencias son insuficientes para dar respuesta a este colectivo y los mayores insisten en quedarse en sus casas. La Xunta está buscando la solución en las nuevas tecnologías. Su intención es desplegar ya esta legislatura el hogar digital con el que introducirán novedades tecnológicas en el domicilio del anciano que facilitarán su cuidado y servirán para reducir las posibilidades de que sufra percances. El objetivo es extenderlo a miles de hogares, pero los primeros en probarlo serán, en los próximos dos años, un total de 200 mayores que viven solos.
El hogar digital estará dotado con dispositivos que sirvan para evitar accidentes y minimizar riesgos mediante la instalación de sensores que avisen de riesgos de escapes de agua, gas o incendios. Pero también permitirá hacer seguimiento de los hábitos del mayor para hacer sonar la alarma en caso de que se detecte algún patrón anormal. Por ejemplo, un sensor en la nevera que dé la alerta si no se abre en todo el día, lo que significaría que al anciano le ha podido ocurrir algo.
Además habrá instalados sensores de movimientos y sistemas de geolocalización que podrán advertir, por ejemplo, de posibles caídas. Y como además muchos de estos mayores serán enfermos crónicos, el hogar digital permitirá también monitorizar a distancia su estado de salud y acceder a teleconsulta médica y telediagnóstico.
Se incluirán además servicios para mejorar la capacidad cognitiva de los usuarios, por ejemplo, aplicaciones tipo videojuegos para personas con principios de alzheimer o demencia.
El proyecto lo tutela la Axencia para a Modernización Tecnolóxica (Amtega) junto a la Consellería de Política Social y la Consellería de Sanidade. A finales de 2017 abrió un periodo de consultas preliminares al mercado. Las empresas deberán aportar propuestas sobre los servicios y los elementos tecnológicos que será preciso instalar en el domicilio, así como los costes de provisión, instalación y mantenimiento. En este momento, la Amtega está ya valorando estas propuestas.
En la actualidad hay más de 110.000 mayores que viven solos y este colectivo es proclive a sufrir percances en el hogar. Uno de cada cinco accidentes en España afecta a mayores de 65 años y el 63% sucede en el domicilio (195.000 al año).
