El gesto del diputado del BNG Luís Bará de romper dos fotografías del Rey Felipe VI desde el estrado el pasado miércoles durante su intervención en el Parlamento no tendrá consecuencias disciplinarias. Como mucho, una llamada al orden. Pero no habrá sanciones.

El informe elaborado por los servicios jurídicos de la Cámara autonómica ampara el comportamiento del diputado del Bloque. Se argumenta que como parlamentario tiene derecho "a expresar y difundir libremente pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, la escritura o cualquier otro medio de reproducción". Y que además está protegido por la "inviolabilidad" de los diputados a la hora de emitir opiniones en el desempeño de sus funciones.

El informe fue analizado esta mañana por la Mesa y la Junta de Portavoces del Parlamento.