La aventura sueca de una médico de Pontevedra
Diana Antón relata su vida como inmigrante en Suecia: contrato indefinido y 6.500 euros netos al mes
Diana Antón no tiene pensado regresar a Galicia. Con 6.500 euros netos al mes y contrato indefinido, es fácil de entender. Así es la vida de una inmigrante en Suecia, una inmigrante gallega, con el título de médico de familia bajo el brazo y cansada de estar "agarrada a un móvil, esperando una llamada que no llegaba".
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Y podría porque los días trabajados en el país nórdico puntúan en las oposiciones igual que las de sus compañeros del Sergas. "En Galicia, los médicos de familia somos meros derivadores, en Suecia se valora nuestro trabajo. La Medicina de Familia puede ser muy resolutiva. En Galicia a los médicos de Atención Primaria no nos dejan hacer casi nada. Allí me siento médico, en Galicia, no. Sentía que tenía las manos atadas o cortadas", asevera.
"Me desesperaba, temía olvidarme de todo lo que había estudiado en la carrera, en el MIR", cuenta esta joven de Pontevedra, que terminó de hacer la residencia de Familiar en mayo de 2013. Era la época mala. En plena crisis económica, las bajas que se cubrían eran escasas, y ella no es la de las que valen para estar en casa mano sobre mano.
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Primera entrevista de trabajo y contrato indefinido
"En mi primera entrevista de trabajo en Suecia, ya me contrataron y me ofrecieron un contrato indefinido. No me lo podía creer. Como no tenía ni idea de sueco, durante los seis primeros meses, me pasaba tres días a la semana aprendiendo el idioma y otros dos días al lado de un médico viendo cómo trabajaba. Ganaba 3.000 euros netos al mes. Ahora trabajo tres semanas al mes, ganó 6.500 euros netos al mes y veo diez pacientes al día".
"En Suecia, los médicos de familia están muy bien considerados, se les considera la piedra angular del sistema sanitario, así que pueden ganar hasta 2.500 euros más que un cirujano o un cardiólogo", afirma Diana Antón, que cuenta que ella pide electrocardiogramas, diagnostica cánceres y demencias, hace pruebas que en Galicia están reservadas para los hospitales ... "En Suecia me siento realizada como médica. Ni loca me vuelvo a Galicia. Mis compañeros ven a pacientes cada 8 minutos con suerte, yo tengo media hora para cada uno, y para los casos más complicados, dispongo de 45 minutos", asegura.
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Diana desmonta tópicos. Suecia no es un país caro, a excepción de la capital. Paga 300 euros al mes por su alquiler, 20 euros por la luz y 20 euros por internet. "La comida es cara, el cine cuesta 15 euros y las cañas se disparan, ... pero todo eso lo dejo para cuando estoy en Pontevedra", cuenta.
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