La presencia de especies pirófitas, como el eucalipto, el pino o la acacia, próximas a núcleos poblados o viviendas son un riesgo añadido en caso de incendio forestal. En la pasada ola de fuegos registrada a mediados de octubre las llamas no solo arrasaron monte sino que devastaron aldeas, casas e incluso se cobraron la vida de cuatro personas. Consciente de estos peligros, desde la Consellería de Medio Rural trabajaban ya desde hacía meses en una serie de cambios en la Ley de Prevención y Defensa contra los Incendios que ahora incluyen dentro del proyecto de Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de Galicia para 2018. La principal modificación es la de aumentar de 30 a 50 metros la franja en la que estará prohibido plantar este tipo de árboles de fácil combustión en las zonas de riesgo de las provincias de A Coruña y Pontevedra.

Esto supone retornar en parte al proyecto que inicialmente planteaba el Gobierno bipartito y que después modificó el PP. El borrador inicial de la Leyde Montes establecía que el perímetro de 100 metros que rodea las edificaciones y núcleos poblados debería estar limpio de maleza y prohibía las especies pirófitas en una franja de 50 metros. El Gobierno popular, sin embargo, redujo a la mitad estas franjas de protección, de manera que la norma que finalmente se aprobó contemplaba una franja de 50 metros libres de maleza y un veto de 30 metros para las especies pirófitas.

Ahora, a través de la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de Galicia, Medio Rural corrige estos límites. No se toca el perímetro que debe estar limpio de biomasa, y que se mantiene en 50 metros, pero sí el espacio que debe quedar libre de pinos, acacias y también eucaliptos, una especie sobre la que precisamente se ha puesto el foco tras la ola de incendios de octubre.

Así, en Pontevedra y A Coruña se ampliará el perímetro de protección en el que quedarán prohibidas estas especies desde los 30 metros, que regían hasta ahora, a los 50 metros en aquellas zonas de mayor riesgo. En concreto, esta ampliación afectará a las franjas de protección que den hacia el norte puesto que Medio Rural considera que es donde el viento del nordeste sopla con más peligrosidad hacia las zonas habitadas. También se deberá guardar este perímetro en zonas con una pendiente superior al 10 por ciento cuando las edificaciones estén situadas en la ladera por encima de los árboles.

En Ourense y Lugo se mantiene la franja de 30 metros con carácter general, pero se añaden otras restricciones. En los siguientes 20 metros se podrán plantar eucaliptos y pinos, pero con una distancia mínima de 10 metros entre si. Y las acacias quedan totalmente prohibidas en los 50 primeros metros alrededor de las casas.