El debate secesionista de Cataluña agitó ayer la discusión parlamentaria entre el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y los líderes de En Marea y BNG. El jefe del Ejecutivo gallego sacó a relucir la presencia de Ana Pontón y Luís Villares en los actos de la Diada, donde se reivindicó el referéndum catalán del 1 de octubre, para poner en cuestión su respeto por la legalidad. El debate fue acalorado con la portavoz del Bloque a la que recriminó su presencia en Barcelona "yendo a pedir que se incumplan las leyes". Pero fue especialmente duro con el portavoz de En Marea al que recordó su condición de magistrado para proclamar: "Espero que no vuelva nunca a dictar una sentencia en Galicia".

A Villares, magistrado en excedencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, le preguntó si creía que las leyes "se deben cumplir o no". "¿Acata las sentencias del Tribunal Supremo y del Constitucional? Como usted no acata las sentencias de los tribunales, ¿qué le parece si los gallegos no acatamos nunca las sentencias que usted pueda llegar a dictar?", le preguntó al final del debate. Y finalmente remató: "Espero que usted no vuelva nunca a dictar sentencias en Galicia".

Pero no fue el único que ayer recibió los embates de Feijóo. La portavoz del BNG empezó calentando el debate arremetiendo contra la "complicidad" de la Xunta con la Fundación Franco para "convertir el Pazo Meirás en un parque temático del franquismo". "Franco murió, pero el franquismo sigue vivo", sentenció la líder nacionalista.

"No acepto lecciones de democracia de un partido que no asume la Constitución y el Estatuto", le espetó Feijóo que reivindicó que él, a diferencia de la portavoz del BNG, cumple la legalidad. "Y como usted defiende el disparate del Parlament, yo le digo que usted y a la familia Franco que cumplirán las leyes mientras yo sea presidente" . Su última alusión a Ana Pontón fue para insistirle: "¿usted comparte que hay que respetar la ley?". Desde su escaño la nacionalista le replicó que "no acepta lecciones de democracia de un partido investigado por corrupción".

El portavoz de En Marea también cargó contra Feijóo por la precariedad laboral que, según explicó, afecta al 51 por ciento de los trabajadores gallegos. Censuró que el pasado año se dejaran 56 millones de euros sin gastar en materia de empleo. Y además aludió a los tres millones de euros que el Gobierno gallego tendrá que pagar a seis empresas en indemnizaciones por la anulación del concurso eólico del bipartito para instar a Feijóo "a pagarlos de su bolsillo".

Con los ánimos caldeados Feijóo lanzó un dardo envenenado a Villares: "Usted sí mostró preocupación en el Parlamento por las condiciones laborales, pero por su nómina porque parece ser que tuvo problemas con lo que cobraba". El jefe del Ejecutivo gallego defendió además que el 75 por ciento de los gallegos tiene un contrato indefinido y avanzó que el Consello de la Xunta aprobará hoy una inversión de 13 millones para fomentar el empleo de personas con discapacidad.

La reforma de la Lei de Saúde ocupó el cara a cara entre el portavoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, y Feijóo. El líder del PSdeG le pidió la retirada de esta reforma legal porque "supone un paso en la reducción de servicios sanitarios y favorece a la sanidad privada". El jefe del Ejecutivo gallego garantizó que "no se disminuirá un ápice la calidad sanitaria" y sentenció que la mejora de la sanidad y la educación en Galicia es obra del PP.