Con el doble atentado yihadista de Barcelona quedó evidenciado que España no está libre de sufrir la barbarie del terrorismo yihadista que ya azotó a otras ciudades europeas. En todo caso el punto de inflexión lo marcó la tragedia del 11-M en el año 2004. Desde ese momento, las fuerzas de seguridad pusieron bajo su punto de mira cualquier señal de radicalización islamista y ya se han registrado más de 700 detenciones -en Galicia solo han sido tres los arrestos-. En la prisión de A Lama, en Pontevedra, cumplen condena dos acusados por yihadismo mientras que otros cinco están a la espera de juicio tras ser detenidos por enviar armas y dinero a Siria, reclutar soldados para el Daesh, adoctrinamiento e incluso uno de ellos fue arrestado ante la sospecha de que preparaba un atentado con un camión.
| Mohamed Heyouf. De origen ceutí, pero con la nacionalidad española, es uno de los dos condenados que cumplen su pena en la prisión de A Lama. Formó parte de la primera célula desarticulada en España dedicada al reclutamiento de yihadistas, que contaba con 11 integrantes. Este grupo fue detenido en junio de 2013 en el marco de la llamada operación Cesto. Se dedicaban a captar voluntarios y enviarlos a la zona de conflicto para luchar en nombre del Daesh. Según recoge la sentencia, entre abril de 2012 y junio de 2013 enviaron al menos a 28 yihadistas, de los cuales seis de ellos murieron en Siria. Mohamed Heyouf fue acusado por integración en organización terrorista y tenencia ilícita de armas y condenado a diez años de prisión.
| Nabil Benazzou Benhaddou. El otro condenado por yihadismo de A Lama también tiene nacionalidad española, aunque nació en Casablanca en 1972. Formaba parte de la "Brigada Al Andalus", que suministraba combatientes al Estado Islámico en Irak y Levante (ISIL). Fue detenido junto a otras ocho personas en 2014. La célula había enviado ya nueve terroristas para que se integraran en las facciones de Al Qaeda en Irak y Siria. En el momento en el que este grupo fue detenido habían incrementado notablemente su actividad y desde el Ministerio de Interior alertaron incluso que suponía una "grave amenaza para la seguridad nacional". Benazzou fue acusado de un delito de integración en organización terrorista, por el que cumple una condena de ocho años en A Lama.
| Allal El Mourabit. Está a la espera de juicio. Fue detenido en diciembre de 2016 en Irún por la Guardia Civil cuando regresaba de Alemania a bordo de un camión de gran tonelaje con el cual se sospechaba que planeaba un atentado similar al de Niza o al ocurrido en Barcelona. Es de profesión transportistas y ya había intentado viajar a Siria para unirse al Daesh hace años. De hecho estaba siendo investigado desde 2013. Su detencion se precipitó cuando la Guardia Civil averiguó que en fechas recientes volvió a Turquia con la intención de enrolarse en las filas del Estado Islámico.
| Ammar Termanini. Es el presunto jefe de una célula yihadista que enviaba armas y dinero a Siria. Fue enviado a la prisión de A Lama en febrero de este año, tras ser detenido junto a otras seis personas. Nació en Alepo (Siria) en 1972 y desembarcó en España en 2012, tras haber vivido en Holanda, Bélgica y Reino Unido. En España montó una empresa, Tigre Negro S.L., de la que era administrador único, dedicada a la exportación e importación de productos textiles. Bajo la cobertura de llevar ayuda humanitaria, hizo presuntamente varios envíos a Siria de dinero, armas de fuego, equipos electrónicos y material para la fabricación de explosivos. Incluso fabricaba uniformes para el Daesh -se incautaron más de 20.000 en el puerto de Valencia-. Según el Ministerio de Interior, Termanini mantenía "constantes relaciones con un integrante de Daesh", que le llegó a solicitar en alguna ocasión que le enviara mujeres para casarlas con miembros de la red terrorista en Siria.
| Irfan Ahmed. Este joven de 25 años, que llevaba más de 13 residiendo en España, fue detenido en julio de 2016, junto a sus dos hermanos, por adoctrinar en el yihadismo usando para ello las redes sociales. Los hermanos, según la Guardia Civil, se dedicaban a difundir contenidos radicales de varios grupos terroristas a través de diversos perfiles en internet. Los tres eran considerados líderes religiosos en la comunidad paquistaní de Lleida, donde residían.
| Anouar Merabet. Está en la cárcel de A Lama desde octubre de 2016 y a la espera de juicio. Fue detenido en una operación en Marruecos junto a Abdeliah Migou, ambos de nacionalidad marroquí por utilizar las redes sociales para captar y adoctrinar a adeptos al grupo terrorista. El juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, señala que también participaron activamente en células como la Katiba y el Comité Conjunto para la Defensa de los Detenidos Islamistas, un movimiento marroquí de defensa de los derechos de los detenidos por motivos islamistas. Merabet residía en Altea (Alicante) y se enfrenta ahora a penas de entre 6 y 12 años de prisión, lo que se puede agravar puesto que también está siendo acusado de tráfico de hachís.
| Morad Duas Mohamed. Formaba parte de una célula yihadista desarticulada en Ceuta a principios de 2016 al frente de la cual estaba Abderrahman Ahmed, conocido como el talibán español, un expreso de Guantánamo al que acusan de reclutar menores en Ceuta para que se enrolaran en las filas del Estado Islámico en las zonas de conflicto. Esta célula se valía de internet, redes sociales y blogs "terroristas". Duas Mohamed está en A Lama a la espera de juicio.
