La psicóloga y coach Fátima Arantxa Pisón no quiere vender humo. A última hora, advierte, poco se puede hacer en lo que a la adquisición de conocimientos se refiere. Sin embargo, reconoce que, con pequeños trucos, los días previos a la prueba pueden llevarse con más calma.

| Honestidad y autoconocimiento. Según Pisón, tener claro en qué medida el resultado que se puede obtener depende de uno mismo es clave. Asumir las fortalezas pero también las debilidades con las que se enfrenta la prueba puede ayudar a eliminar fantasías o a evitar un exces en la dosis de optimismo. De este modo, el proceso de evaluación se afrontará con realismo, rebajando la posibilidad de que posteriormente surjan frustraciones.

| Aceptar los nervios. Asumir que los nervios son una reacción natural frente a un examen, puesto que "se trata de un momento en el que el estrés alcanza su punto máximo", indica, puede ayudar a disminuir la intranquilidad. Con todo, cree que no son un factor decisivo para quienes hayan realizado un esfuerzo constante y planificado a través de estrategias de estudio.

| Planificar la estrategia. Ante la posibilidad de que el acercamiento de la fecha genere inseguridades innecesarias, Pisón aconseja establecer un mapa mental del desarrollo de la prueba. Es decir, tener claro qué se va a abarcar, cómo se va a abarcar y cuánto tiempo se va a dedicar a cada elemento". De esta forma, indica, es posible regular la ansiedad.

| Adoptar una actitud positiva. Afrontar con optimismo la prueba ayuda a combatir el habitual "diálogo interno", basado en pensamientos recurrentes y negativos sobre la incapacidad de enfrentar la situación. Para ello, la psicólogo considera útil realizar visualizaciones positivas sobre el futuro. Por ejemplo, señala, imaginando el objetivo conseguido y los sentimientos de bienestar que dicho logro generaría. "La actitud tiene que ser la de 'yo puedo', sin pensar además en si soy peor o mejor que nadie", agrega.

| Aprender de los errores. Para quienes se presentaron a las oposiciones en otras ocasiones y no les haya ido bien, Pisón recuerda que "lo lógico" es que haya habido un aprendizaje, por lo que si se ha sabido detectar los errores cometidos estos no tienen por qué repetirse.

| Dormir y comer adecuadamente. Hacer deporte el día anterior a la prueba y poner en práctica técnicas de respiración ayuda a relajar el cuerpo y rebajar los niveles de estrés. Además, contribuirá a coger el sueño, que debe ser al menos de 8 horas. Dormir lo suficiente es fundamental para llegar con la mente la lo más despejada posible. Evitar ir con el estómago vacío también es importante por lo que no debe olvidarse

| Evitar consultas de última hora. Intercambiar información o realizar consultas referentes a las materias del examen con otras personas es un error pues la confrontación de información puede generar dudas, confusión y, por tanto, "muchísima más ansiedad". En su lugar, contar con esquemas puede ayudar a calmar la necesidad de echar una última ojeada a los apuntes.

| Leer las instrucciones con calma. Aunque parezca evidente, Pisón recuerda la necesidad de leer pausadamente las instrucciones del examen para evitar responder impulsiva mente.