El desempleo se convirtió de nuevo esta mañana en campo de batalla política en el Parlamento gallego. BNG y PSdeG-PSOE recriminaron al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, los datos del paro en Galicia que refleja la última Encuesta de Población Activa (EPA). La nacionalista Ana Pontón echó en cara al jefe del Ejecutivo gallego que el 60% de los nuevos parados que hay en España sean gallegos, mientras que el socialista Xaquín Fernández Leiceaga denunció que en Galicia hay ahora 136.700 personas menos con empleo que cuando el PP llegó a la Xunta. El titular del Gobierno autonómico defendió que el nivel de paro es el más bajo de los últimos seis años y achacó a la crisis demográfica el descenso en el número de ocupados.

"No se pueden hacer trampas", advirtió Feijóo a Leiceaga en su turno de respuesta en la sesión de control al presidente en la Cámara. Según expuso, hay 183.900 jóvenes menos de entre 16 y 34 años desde que gobierna. "No se puede hablar de la EPA sin hablar de demografía", recalcó.

A estas afirmaciones el portavoz socialista le replicó que, en todo caso, la caída de la población debería "jugar a favor" de una reducción del paro. Y expuso que mientras en España ya han igualado el nivel de paro de 2009, en Galicia aún está un 35 por ciento por encima. Y como ejemplo habló del desempleo juvenil: "cuando usted llegó al Gobierno era del 17 por ciento, ahora estamos en el 23,5 por ciento". Por esta razón, Leicega instó a Feijóo si estaba en condiciones de mantener su promesa de creación de empleo para el horizonte 2020. "El objetivo era crear 80.000 ó 100.000 empleos. Y la respuesta es sí", ratificó el presidente de la Xunta.

También el BNG le recriminó las cifras de desempleo y además le echó en cara su "triunfalismo oficial" mientras el Gobierno pacta con el PNV inversiones por importe de 3.400 millones de euros para el AVE del País Vasco, rebajar en 540 millones su aportación anual -el cupo- a las arcas del Estado y obtener la devolución de otros 1.400 millones por discrepancias en el cálculo del cupo desde el año 2007.

"No somos parvos", le contestó Feijóo quién alegó que Euskadi tendrá el AVE tres años después de que llegue a Galicia y además preguntó al BNG: "¿si tuviesen diputados en Madrid no pactarían entonces con el Gobierno a cambio de partidas para la comunidad gallega? ¿Y En Marea que tiene seis diputados propuso algo?", declaró.Corrupción

La corrupción también salió a escena al insistir Ana Pontón en la conexión con Galicia de la operación Lezo por las concesiones de la Xunta al empresario Juan Miguel Villar Mir.

Pero Feijóo dejó claro que los casos de corrupción "son un hampa que no tiene que ver con nuestros partidos y que intentan mancharlos", declaró. Y contrapuso que, mientras él no tiene a ningún miembro de su gobierno investigado, del gobierno bipartito está imputado el exconselleiro Fernando Blanco. "Y no por ser usted su compañera de partido le llamo corrupta", le dijo a Pontón.

El portavoz de En Marea, Luís Villares, por su parte, preguntó a Feijóo por sus políticas a favor del gallego al tiempo que le recriminó su "franquismo lingüístico" por no prohibir que las asignaturas de Matemáticas y Física se impartan en la lengua propia de Galicia.

El jefe del Ejecutivo gallego defendió que, según el último estudio del Instituto Galego de Estadística, el 98 por ciento de los gallegos conoce el idioma y explicó que la Xunta hizo un plan para mejorar su uso en el ámbito empresarial y que prepara otro para dinamizar la lengua entre los jóvenes.

Feijóo no desaprovechó la oportunidad para desgastar a En Marea y PSdeG haciendo mención a los conflictos internos que tienen en sus partidos. "Si lo que quiere es guerras absurdas", le dijo a Villares, "guerree con sus compañeros que no lo admiten como líder de su partido porque falta a la verdad", sentenció. Además se dirigió a Leiceaga para advertirle que "no tiene que hacer la pelota a Susana Díaz por la mañana y a Pedro Sánchez por la tarde".