La Xunta amortizó de forma anticipada cuatro préstamos por un importe de 98,3 millones de euros por su elevado coste financiero. Su intención es renegociar esta deuda con la misma entidad o con otros bancos distintos para conseguir pagar menos intereses. Las mejores condiciones de los mercados financieros por la reducción de la prima de riesgo y los tipos más bajos permitirán al Gobierno gallego obtener un crédito por la misma cantidad pero a menor coste para las arcas públicas.
La Administración gallega tiene una deuda de 9.966 millones de euros.El pasado año destinó casi 270 millones de euros a gastos financieros -para pagar intereses y amortizar préstamos-. Esta cantidad es inferior a la desembolsada el año anterior (307 millones), pero es más del doble de lo que destinaba en 2010: un total de 122 millones de euros.
En Marea denunció hace un mes que la Xunta tiene que pagar "1.670 millones de euros más" por financiarse con fondos y bancos privados en lugar de acudir a los mecanismos de financiación pública que facilita el Estado.
El Gobierno puso en marcha en julio de 2012 el Fondo de Facilidad Financiera (FLA), una línea de crédito para ayudar a las comunidades autónomas a conseguir financiación a intereses bajos, pero a cambio la Administración central aumentaba la tutela sobre las finanzas de las regiones que se acogían a este mecanismo. Galicia renunció a este fondo argumentando que prefería mantener su autonomía financiera y que, a diferencia de otras autonomías, no tenía dificultades para obtener préstamos ventajosos en el mercado puesto que sus cuentas estaban saneadas.
Finalmente el Ministerio de Hacienda puso en marcha una variante del FLA, el Fondo de Facilidad Financiera que permite a las comunidades como Galicia financiarse a coste cero y sin intromisiones en su autonomía financiera. La Xunta se acogió a este mecanismo el año pasado y en 2017 prevé recibir 2.145 millones de euros y obtener un ahorro en intereses de 112 millones.
Al margen de esta vía, la Consellería de Facenda está cancelando créditos, contratados hace años cuando las condiciones del mercado eran más exigentes, para volver a renegociarlos y obtener así mejores condiciones en el pago de intereses.
En 2015 había amortizado ya cinco préstamos por más de 165 millones de euros. Y ahora, en marzo de este año, vuelve cancelar cuatro préstamos concertados con el Banco Santander por valor de 98,3 millones de euros.
Para amortizarlos recurre a la financiación obtenida por el Banco Europeo de Inversiones (BEI). "Son operaciones ordinarias en las que la Administración renegocia un préstamo para conseguir mejores condiciones", explican desde la Consellería de Facenda, que además apunta que esta renegociación puede hacerse "con la misma entidad o bien con otra distinta".
Y además insisten en que este tipo de operaciones no suponen ningún coste para las arcas públicas. "No tiene ningún tipo de coste ni comisión y, por lo tanto, lo que se produce en este caso es un ahorro por la rebaja de los intereses", subrayan.
En todo caso, desde Facenda no aclararon cuánto se pagaba de intereses por los préstamos cancelados y cuál es su previsión de ahorro con su renegociación.
