La juez del Juzgado de lo Social número tres de A Coruña, Ana Rodríguez Piorno, condena al exdirector general adjunto de Novacaixagalicia, Javier García de Paredes, a devolver 5,6 millones de euros, el importe íntegro de la prejubilación blindaje cuando en septiembre de 2011 abandonó NCG Banco, y le anula además el plan de pensiones que tenía asociado, por 4,2 millones y que podía capitalizar una vez alcanzase la edad de jubilación.

La magistrada declara la nulidad del contrato que firmó De Paredes cuando fue ascendido a director general adjunto de la caja fusionada, en respuesta a la demanda civil interpuesta por NCG Banco, ahora Abanca, y el FROB. Este último será quien recupere el dinero. Además, en el fallo, la magistrada acusa a De Paredes de "una actuación dolosa sin parangón" y de haber maniobrado en "la clandestinidad" para cambiar su contrato ya mejorado para poder irse con derecho a casi 10 millones de euros.

El exdirectivo, que se mostró dipuesto en el juicio a devolver la mitad de lo que perderá finalmente, fue demandado por el FROB por la vía civil tras haber sido absuelto por la Audiencia Nacional en el juicio que acabó con la entrada en prisión de los otros exdirectivos José Luis Pego, Óscar Rodríguez Estrada y Gregorio Gorriarán, así como del abogado Ricardo Pradas y el expresidente Julio Fernández Gayoso. La absolución de García de Paredes del delito de administración desleal se produjo al retirar la Fiscalía su acusación.

Tras el fallo de A Coruña, queda José Luis Méndez con su millonaria indemnización intacta. El que fue director general de Caixa Galicia, y a quien el Banco de España apartó de la operación de fusión por considerarlo responsable de la situación de insolvencia de Caixa Galicia, se fue para casa con 18 millones y precisamente por haberse retirado en una entidad que aún no había recibido ayudas públicas no ha sido objeto de atención por parte de la Justicia.

La juez sostiene la nulidad del contrato de De Paredes, y en consecuencia de la indemnización y la jubilación que estipulaba, porque "nace ya viciado, por cuanto que el Consejo de Administración de la entidad prestó su consentimiento a la suscripción del mismo sin tener un pleno y cabal conocimiento de su contenido, y aun de sus consecuencias, , toda vez que los gestores, incumpliendo las obligaciones normativas impuestas, no les proporcionaron una información clara, comprensiva y completa sobre su naturaleza y sus características".

Expone la magistrada un segundo argumento para anular el contrato: "Infringía la normativa vigente sobre remuneraciones y liquidaciones" , la cual ponía límites a los sueldos de los directivos de cajas con ayudas públicas, como era el caso de NCG. En la sentencia, expone además que en el momento de la marcha de García de Paredes el Real Decreto que fijaba restricciones a las jubilaciones "fue totalmente ignorado a la hora de ejecutar el contrato de alta dirección". Entonces, al frente de NCG Banco estaba José María Castellano, quien en el juicio, declaró que decidió pagar los 5,5 millones de prejubilación porque había consultado con los servicios jurídicos de la entidad financiera y le habían dicho que el contrato era "legal".

En la sentencia, la juez echa por tierra la defensa de García de Paredes que sostuvo que firmó el contrato que le pusieron delante, pero desconocía sus detalles. La magistrada concluye que durante dos meses negoció la modificación del contrato que ya mejoraba sus condiciones laborales y económicas tras su ascenso a director general adjunto, como así lo demuestran los correos que intercambiaron el abogado de la entidad y el letrado de García de Paredes, donde el segundo comenta que ha consultado los cambios con su cliente. Precisamente esos cambios son los que luego le permitirían prejubilarse con 51 años y llevarse una indemnización millonaria. García de Paredes intentó sin éxito anular estos correos electrónicos como prueba.

Tampoco se cree la versión de De Paredes de que decidió dejar NCG Banco por su falta de sintonía con César González-Bueno, el número dos de Castellano. Otro correo electrónico "echa completamente por tierra la pretensión del demandado de hacernos creer que su salida tiene su causa con un desencuentro" con González-Bueno, que fue fichado en septiembre, asevera la juez. ¿Por qué? Porque un e-mail del 3 de agosto incluye la carta de desestimiento de García de Paredes.

Contra esta sentencia cabe recurso ante el TSXG en el plazo de 5 días y fuentes próximas al condenado confirman que recurrirá la sentencia por entender que inclu ye "errores y afirmaciones que no son ciertas".