La ruptura de las negociaciones de la Marea Atlántica y el PSOE para pactar los presupuestos de A Coruña ha saltado las fronteras de la ciudad herculina. El portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, salió ayer en defensa del regidor Xulio Ferreiro y echó todas las culpas al PSOE por romper "el clima de confianza", anunciando "términos de un acuerdo que aún no estaba cerrado", e incluso cambiándo esos términos. Por su parte, el portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, consideró que los nuevos actores de la política "son los que tienen más dificultades para entender las reglas". También lamentó el gusto de la Marea por "vetar", en alusión a que Ferreiro se opone a que Villares sea el líder orgánico de En Marea y también rechaza el protagonismo de Mar Barcón en el acuerdo que se estaba negociando.

El PPdeG aprovechó para caldear aún más el ambiente. El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, aseguró que "los milagros" que prometían "las mareas" tras dos años de gobierno en los concellos "se traducen en inestabilidad".

Ferreiro prevé convocar una cuestión de confianza para sacar adelante los Presupuestos de 2017, tras romper las conversaciones con el PSOE. Al respecto, Villares le apoya, pues entiende que la urbe herculina necesita unas cuentas "pronto".El portavoz parlamentario de En Marea abogó porque se encuentre la "mejor" solución para los coruñeses, porque lo que "no se puede es estar pendientes hasta mediados de 2017 para que, al final, no se llegue a un acuerdo sobre los presupuestos".

Por su parte, para Leiceaga el PSdeG "hizo los deberes" al intentar un pacto con la Marea Atlátnica y defiende que sólo negoció "en función de los intereses de los ciudadanos". También pidió "un esfuerzo de todos" para llegar a un acuerdo.

El alcalde de A Coruña habló ayer por primera vez sobre la ruptura de los contactos con el PSOE, y fue para no cerrar la puerta a retomar las negociaciones con el PSOE, que tampoco lo descartaba ayer. Eso sí, antes culpó a los socialistas de la crisis y les reprochó anunciar un acuerdo que no estaba cerrado y además "cambiando los términos" de los compromisos alcanzados. También negó que la causa de la ruptura fuese en un "veto" a la concejala Mar Barcón.

"Es difícil emprender un camino en común con una gente que tarda 11 horas en cambiar los términos de una negociación", lamentó Ferreiro.