Todas las auditoras encargadas de revisar las cuentas de las diferentes filiales que forman Monbus recuerdan la operación judicial abierta a su máximo accionista y al negocio del grupo. Lo de deja una opinión de los balances "con salvedades". Ante las diligencias penales "que afectan a directivos y empleados" y dando que la investigación se encuentra todavía bajo secreto de sumario "no podemos conocer el posible efecto que, en su caso, dichas diligencias podrían tener sobre las cuentas".

En varios de los informes, las propias firmas hacen mención de la situación y sus responsables revelan que la compañía "ha decidido llevar a cabo una serie de comprobaciones a través de una firma de primer nivel, especialista en investigación financiera e informática de fraude de cuyos trabajos no se ha puesto de manifiesto ninguna información que no esté recogida en las cuentas". "Dado que la investigación judicial se encuentra bajo secreto de sumario -continúa la explicación-, con la información que se dispone hasta la fecha, se ha evaluado que los riesgos que pudieran derivarse para las cuentas anuales, en su caso, en el futuro, son ciertamente remotos".