Mejores oportunidades, perspectivas más atractivas, huir de un escenario político problemático, aprovechar incentivos puntuales o rebaja de carga burocrática... Son algunos de los motivos por los que las empresas deciden mover sus centros de operaciones de una a otra comunidad en España. Galicia ha salido perjudicada en lo que va de año en este terreno, pues la fuga empresarial se salda con 27 sociedades menos y un negocio neto que se escapa de 82 millones de euros.
Esta es la radiografía que muestra el balance de los nueve primeros meses del año realizado por la consultora Axesor a partir de los cambios de domicilio social notificados al Registro Mercantil y que supone, de momento, un cambio respecto al balance entre 2008 y el tercer trimestre de 2015 -carecen de datos del último período de este ejercicio-, cuando el saldo resultó positivo para Galicia, que logró captar 265 firmas más de las que en ese período emigraron: 1.180 frente a 915.
El domicilio social se refiere el centro efectivo de la dirección empresarial, aunque no tiene por qué ser el mismo que el domicilio fiscal, aquel que refleja el lugar en que una firma tributa y en que recibe las notificaciones fiscales. De todas maneras, en muchos casos sí coinciden. Además, la mayor carga tributaria la supone el impuesto de sociedades, aplicado por la administración central.
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A pesar de ello, los cambios en la sede social se muestran como un termómetro de la capacidad de atracción empresarial. A pesar de que Galicia crece a un 3%, dos décimas menos que el resto de España, y contó con un gobierno "estable" durante este año, como insistió el presidente de la Xunta en funciones, el popular Alberto Núñez Feijóo, en la campaña electoral, el saldo resulta negativo, lejos eso sí, de la continua sangría que experimenta Cataluña.
De acuerdo con los citados datos del Registro Mercantil, Galicia recibió este año el asentamiento de 72 empresas, pero, al mismo, tiempo otras 99 decidieron situar su domicilio social en otra comunidad. Se trata del quinto peor saldo, de acuerdo con estas cifras. Ocho comunidades cuentan con un resultado positivo. En toda España, el trasvase afectó a un total de 3.241 empresas que mueven 6.154 millones de euros.
Madrid, Cataluña y Castilla y León son los territorios con que más empresas intercambia Galicia. En los dos primeros casos, por su dinamismo como epicentros económicos. En el segundo, por cercanía. Galicia captó 29 firmas de Madrid, 14 de Cataluña y siete de Castilla y León, mientras que emigraron hacia esos territorios 47, 10 y 13, respectivamente, durante los nueve primeros meses del año.
El balance resulta también negativo en cuanto al negocio neto que manejan esas sociedades mercantiles. Las que se fugaron obtuvieron un negocio neto durante los nueve primeros meses del año 171 millones de euros, mientras que las captadas alcanzaron los 89; en definitiva, 82 millones menos, si bien no todas las firmas tienen que tributar en Galicia -que tiene su parte de IVA o impuesto propio de transmisiones-, pues algunas pueden mantener fuera su domicilio fiscal.
En el mismo período del año pasado, el balance para Galicia resultaba positivo, tras recibir 108 empresas y perder 103. Las que llegaron a territorio galaico mostraban en las cuentas comunicadas al Registro Mercantil 330 millones de negocio neto, por casi 65 de las que emigraban en un vaivén constante que varía en función de las condiciones que se encuentran las sociedades y en sus propias circunstancias.
La incertidumbre política de Cataluña eleva la sangría con otras 249 compañías menos
- Cataluña acumula continuas fugas tras el impulso del proceso soberanista de los últimos tiempos. El año pasado, abandonaron esa comunidad 653 empresas, mientras que otras 404 decidieron situar allí su domicilio fiscal. El año pasado las cifras fueron de 521 fugas y 348 fichajes. En negocio, las primeras supusieron un saldo negativo de 820 millones, pero el ejercicio anterior el volumen de facturación de las empresas que aterrizaron en Cataluña superó ligeramente al de las que decidieron cambiar de aires: 580 por 564 millones, según el balance realizado por la agencia de rating Axesor a partir del Registro Mercantil.Por contra, Madrid es la que aparece más beneficiada del cambio, como habitualmente. Su condición de capital, sus ventajas fiscales y su situación como epicentro de una distribución radical de las comunicaciones. Su saldo es positivo en 283 empresas, seguida de las 111 de Andalucía y las 69 de Baleareas.En el lado opuesto, al margen de la citada Cataluña, las 69 que pierde Navarra y las 46 de Castilla y León.En cuanto al volumen de negocio, destacan dos casos, ambos de islas. Las sociedades que se asientan en Baleares suman un balance económico positivo de 1.277 millones frente al negativo en 1.144 de Canarias, según el citado balance económico.
