Cuando en 2012 los inmigrantes irregulares perdieron el derecho a disponer de tarjeta sanitaria por un decreto estatal, varias autonomías se rebelaron y siguieron prestando atención médida al colectivo, mientras en Galicia, que asumió la normativa del Ejecutivo central, habilitó una vía alternativa propia que sigue vigente y que permite a los "sin papeles" sin recursos suficientes el acceder a un médico de familia o al especialista, siempre y cuando se inscriban previamente en un programa, el de Protección Social da Saúde Pública, que está concebido como una medida temporal, hasta que regularicen su situación. De hecho, la Administración autonómica contabiliza en los últimos tres años a casi 1.400 usuarios que dejaron de beneficiarse del programa al conseguir pasar a otros regímenes de aseguramiento, en la mayor parte de los casos al régimen general para trabajadores.

La Consellería de Sanidade explica que a través de este programa la Xunta otorga atención sanitaria a los inmigrantes que no pueden acceder por las vías previstas para el aseguramiento sanitario para extranjeros: trabajadores, pensionistas, perceptores de la prestación y subsidio por desempleo, personas que exportan su derecho de asistencia sanitaria desde su país de origen... La iniciativa es específica para inmigrantes en situación administrativa irregular y que carecen de recursos económicos.

Incluidos en el programa, según datos aportados por el departamento que dirige Jesús Vázquez Almuiña, se encontrarían, a fecha de 1 de julio de 2016, un poco menos de tres años después de la entrada en vigor de la medida, un total de 1.655 personas, mientras que a 1 de julio de 2013 eran 1.027 los beneficiarios.

El Sergas explica que 1.388 ciudadanos pasaron desde el inicio del programa a otros regímenes de aseguramiento "ordinarios". Como indican desde la Consellería, el programa de Protección Social da Saúde Pública es un programa "puente", pensado para cubrir la situación mientras los extranjeros no regularizan su situación. Entre los que sí lo hacen, apuntan que "más de un 70%" salen del programa para entrar en el de régimen general como trabajadores, tras hallar un empleo.

Aunque la cifra de quienes han podido dejar de beneficiarse de la alternativa que la Xunta preparó como modalidad de acogimiento para las personas residentes en Galicia "que no tengan ni puedan tener asistencia sanitaria pública, ni exportar el derecho desde su país de residencia se fuera el caso", roza los 1.400 extranjeros, las solicitudes para inscribirse aún se mantienen.

En concreto, aquellos que tenían tarjeta sanitaria antes del 1 de septiembre de 2012 tuvieron un plazo extraordinario para la inclusión en el programa que finalizaba el 30 de noviembre del año pasado. Sin embargo, el Sergas decidió ampliarlo un año más tras detectar que "aún hay muchos ciudadanos que no han iniciado los trámites de inclusión en el programa".

Para acceder hace falta presentar una declaración responsable de no tener ingresos superiores al Iprem, llevar empadronado en Galicia un mínimo de 183 días y presentar un documento de identificación en vigor. Menores y embarazadas no necesitan estar en el programa para tener acceso a prestaciones.

En su momento, cuando el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció el programa, indicó que unos 9.000 extranjeros podrían beneficiarse de él, mientras algunas organizaciones de inmigrantes elevan la cifra de "sin papeles" en la comunidad a unos 15.000.