Dos días después del cambiazo a la lista de Pontevedra por parte de Ferraz y el candidato a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, lacrisis en el PSOE no amaina, más bien al contrario. El primero en alzar la voz fue el viernes el regidor de Vigo, Abel Caballero, quien acusó a su partido de "marginar" a Vigo y advertir de que no lo tolerará "en silencio". Ayer fue la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, la que cargó contra Leiceaga, y no será la última. Los 14 alcaldes socialistas de la provincia que ya pidieron a Ferraz que no tocara la lista se reunirán en el arranque de la próxima semana y harán público su malestar para con Leiceaga y la dirección federal del PSOE por cambiar 3 de los 5 puestos de salida en la candidatura del 25-S. El candidato a la Xunta, precisamente en la presentación de las listas en un acto en Santiago, evitó polemizar y aseguró que respeta "todas las opiniones". "A partir de ahora las listas son de todos, no son de nadie, ni siquiera mías", afirmó y también declaró que "Vigo tiene una amplia representación en los puestos de salida" de la candidatura.

Silva acusó a Leiceaga de "no respetar la democracia cuando pierde", pues cambió "en los despachos" una lista que había tenido "un respaldo mayoritario en las agrupaciones locales, en la comisión ejecutiva provincial y el comité provincial". La presidenta de la Diputación de Pontevedra elevó el tono del ataque y acusó al cabeza de cartel del PSdeG el 25-S de practicar "la vieja política" con unas listas hechas "con criterios de cercanía orgánica". Insistió en un comunicado: "Quiero recordarle al candidato Leiceaga que no respetar las decisiones de las bases, respaldadas además por los más importantes referentes políticos, es la vieja política". Silva aludía a los 14 alcaldes socialistas de la provincia, el PSOE tiene 17, que avalaron la lista inicial. Ellos tampoco quieren quedarse callados. El cabreo es absoluto y su previsión es hacerlo público la próxima semana.

El regidor de Vigo, Abel Caballero, fue el primero en manifestar su rechazo al cambiazo, donde Leiceaga ha incluido de número cinco a Gonzalo Caballero, su máximo crítico en la ciudad y que apoyó al candidato a la Xunta en las primarias. Ayer volvió a advertir de que no permanecerá callado, después de que su partido y Leiceaga no hayan sabido "reconocer la importancia de Vigo ni como territorio ni dentro del PSOE", en la candidatura provincial. Caballero recordó que en su momento ya levantó la voz contra Joaquín Almunia, entonces comisario europeo del PSOE, por el tax lease, y ahora vuelve a hacerlo. "Primero mi ciudad, después el partido", concluyó.

En el acto de presentación de las listas en Santiago, Leiceaga defendió que las candidaturas del PSdeG son "el instrumento para cambiar la comunidad y darle un nuevo impulso a Galicia, combatiendo la parálisis que representa el PPdeG".