La designación de las asignaturas es distinta y tanto centros como alumnado necesitarán un tiempo prudencial para familiarizarse con materias troncales obligatorias, específicas, optativas o de libre configuración. El mapa de asignaturas cambia, y bastante, con la nueva Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). El próximo curso, tras el verano, se completará la implantación de la nueva normativa, presente ya en todos los cursos, al cerrar con 2º y 4º de ESO y 2º de Bachillerato.
Son más de 20 materias las que conforman el nuevo mapa de asignaturas que el alumnado podrá elegir: escogerá entre 2 y 3 asignaturas de las materias de elección que se proponen en cada curso de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato.
En primero y segundo de ESO, por ejemplo, ofertan novedades como Igualdad de Género, Obradoiro de Música, Educación Financiera, Oratoria, Paisaje y Sostenibilidad, Programación, Promoción de Estilos de Vida Saludables, Ajedrez o cualquier otra materia que el colegio proponga y pase el control.
En Primero de Bachillerato, por ejemplo, se incorpora Robótica, Literaturas Hispánicas o Antropología. En segundo de Bachillerato, entre otras, aparecen Electrotecnia, Patrimonio Artístico e Cultural de Galicia, Literatura Galega do Século XX e da Actualidade, Ética y Filosofía del Derecho o Filosofía de la Ciencia y la Tecnología.
Grupos de 10
Serán necesarios 10 alumnos para formar grupo y poder impartir las nuevas materias. En caso de áreas rurales, como avanzó este periódico el pasado mes, bastará con cinco. En este grupo entran las optativas, libre configuración autonómica o del centro, las Matemáticas Orientadas a las Enseñanzas Académicas/Profesionales o la opción de Cultura Clásica frente a Segunda lengua extranjera (consultar gráfico). En cuanto a las materias de libre configuración que el centro quiera ofertar, deben contar con la autorización del servicio territorial e Inspección.
También se ponen en marcha los llamados programas de aprendizaje, que será para aquel alumnado que necesite reforzar conocimientos en la ESO, con el objetivo de llegar a 4º, al último curso, y poder cursarlo por la vía oficial. Mientras, en 2º y 3º de ESO, para aquel alumnado que necesite reforzar competencias para incorporarse al ritmo normal de aprendizaje, se crearán unos cursos paralelos para actualización y refuerzo. Son los llamados programas de mejora del aprendizaje, que tendrán 19 horas semanales distribuidas en asignaturas de ámbito lingüístico y social (9 horas), científico y matemático (8 horas) o lenguas extranjeras (3 horas). Culminarán el programa de aprendizaje y pasarán a cuarto los alumnos que superen todas las partes, desde "ámbito lingüístico y social, científico-matemático y de lenguas extranjeras". Estas son las áreas que el alumnado con dificultades deberá reforzar. Sin embargo, podrá promocionar el alumnado que superado los ámbitos lingüístico y social y científico y matemático tenga evaluación negativa en una o dos materias y, de manera excepcional, en tres asignaturas.
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Cuatro años perdidos si no se pasa la evaluación de Secundaria
- A partir del curso 2017-2018 las reválidas o evaluaciones finales de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato serán imprescindibles para titular. Es una de las novedades de la Lomce y quizás una de las más duras para la continuación de estudios. Quiere decir que los estudiantes que no aprueben la evaluación final de la ESO, suspenderán el examen, y no podrán pasar a Bachillerato y, además, no obtendrán el título de Educación Secundaria Obligatoria, de manera que la sensación será de cuatro años perdidos, a la espera de repetir la prueba y aprobar. Las voces críticas con la nueva ley educativa han criticado que se expulse al alumnado con cuatro cursos aprobados por no pasar el examen final; preferían una prueba diagnóstica, al igual que la etapa previa, en Primaria, por ejemplo, que sirviese para medir conocimientos pero no para castigar la continuación de estudios. La reválida de Bachillerato, por ejemplo, sustituirá a la Selectividad y la nota será también la referencia para entrar en la Universidad. También en este caso el alumnado que no apruebe el examen no obtendrá el título de Bachiller, es decir, ni nota de acceso ni acreditación de los dos cursos aprobados. Si bien la Lomce plantea itinerarios o permite la elección de asignaturas por parte del alumnado para poder orientar su formación a su carrera de futuro, las reválidas tanto de ESO como de Bachillerato son una prueba exigente, para pasar y titular. Las dos de Primaria son solo para controlar conocimientos y establecer correcciones.
