Todos los alumnos que finalicen Bachillerato a partir del curso 2016-2017 tendrán que enfrentarse a una evaluación final, una "reválida", que decidirá si obtienen el título de la enseñanza media. La propuesta que defienden las tres universidades gallegas de forma consensuada, según explican desde Santiago y A Coruña, es que este examen valga también de prueba de acceso a la universidad ahora que la Lomce entierra la selectividad. Siempre y cuando, matizan, que las universidades puedan "participar en el proceso" y "validarlo", de forma parecida a como se hace ahora a través de la CiUG (Comisión Interuniversitaria de Galicia), que se encarga de la gestión y el control de los exámenes. Esto supondría transformar el diseño de la reválida tal y como está planteada la Lomce en una prueba similar al selectivo.

Las instituciones de educación superior gallegas aseguran que han trasladado a la Consellería de Educación su propuesta y que esta se ha mostrado "receptiva", aunque desde el departamento que dirige Román Rodríguez señalan que están a la espera de que el Ministerio de Educación regule el marco y la estructura de la prueba final de Bachillerato prevista en la Lomce y recuerdan que el tema se aborda en un grupo de trabajo específico entre el Gobierno y la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). "Lo que procede es aguardar a lo que acuerden" en esa comisión mixta, insisten desde la Xunta, que apunta además que no recibió el documento al que aludió ayer el rector de A Coruña, Julio Abalde, cuando defendió que las universidades gallegas trasladaron al Ejecutivo la idea de una prueba conjunta de las tres instituciones porque "no es razonable" que los estudiantes deban hacer un examen de acceso distinto según la universidad.

Aunque la Lomce abre la puerta a que las universidades realicen pruebas de acceso propias, las tres gallegas buscan evitar que los jóvenes "tengan que ir peregrinando de centro en centro y de universidad en universidad y que tengan que hacer más exámenes de los obligatorios que marca la Lomce", explican fuentes de la Universidade de Santiago (USC). Por ello, trabajan en la línea de que con la reválida "ya valga para las universidades", pero siempre y cuando estas participen en el proceso. La cuestión que se dirime es si es necesario otro examen o basta con la reválida y en ese sentido explican que el SUG considera que "un buen mecanismo" para "validar" esta prueba final de bachillerato sería que estuviese coordinada por la CiUG, que ya se ocupa ahora de organizar la selectividad. Se trata, explican, de que los jóvenes no hagan más exámenes de los necesarios y de hacer "todos los esfuerzos" para reconocer el examen al que la ley obliga, pero con la condición de que "el sistema universitario tiene que participar en el proceso" y "validar" esa evaluación.

Fuentes de la Universidade de A Coruña concretan que la propuesta trasladada a la Xunta y que se inspira en la selectividad actual es la de una "prueba única que realizarían conjuntamente las tres universidades gallegas a través de la CIUG, encargada ahora de hacer las pruebas de acceso". Así, señalan, se haría "una única prueba cuya nota serviría para acceder a las tres" universidades. La UDC alega que supondría un "esfuerzo académico" para el estudiante y "un gasto para las familias tener que ir de centro en centro examinándose porque el alumno tendría que desplazarse a cada una de las facultades en las que opta entrar".

Por ello, según la UDC, la oferta que pone el SUG sobre la mesa es que el 60% de la nota provenga de la nota media del Bachillerato, el 40% de esa "prueba única" y a su vez, también de ese examen, las universidades sacarían "4 puntos para materias específicas". La estructura es similar a la selectividad, donde el 40% de la nota procede de la media del Bachillerato, el 60% de selectividad y 4 puntos más de la fase específica, que permite subir nota a quienes lo deseen (entre 10 y 14). La Lomce fija un reparto parecido, solo que esos 4 puntos más saldrían de pruebas específicas que pueden realizar las universidades o los centros por titulación.

Una viabilidad condicionada

La vicerrectora de Estudiantes de la Universidade de Vigo, Dolores González, señala que la propuesta consensuada en Galicia busca que "el acceso y la admisión a la universidad gallega garantice la igualdad de oportunidades". Concede que la "viabilidad" de la proposición, que "en buena medida coincide con la de las demás universidades españolas, dependerá de las directrices que el Ministerio publicará de forma inminente con respecto a la prueba final de Bachillerato". "En cualquier caso, la postura de las universidades del SUG con respecto a la admisión será consensuada y común para las tres universidades", proclama.

Pese a que la CRUE solicitó en marzo al Gobierno prorrogar un año más la selectividad por considerar que "la indefinición de la evaluación final de Bachillerato conlleva la imposibilidad de cumplir el mandato legal de que las universidades aprueben sus criterios de admisión", el Ministerio dirigido en funciones por Íñigo Méndez de Vigo rechazó posponer la aplicación de la Lomce. Sí estableció un grupo de trabajo con los rectores para perfilar la prueba de acceso a la universidad para 2017-2018. La Xunta, que se remite a lo que diga el Ministerio, y el mundo académico están pendientes de qué ocurrirá estos días en ese foro. Desde la USC recuerdan que se necesitan unos "mínimos" que permitan a los institutos planificar y a los alumnos saber qué materias se van a ponderar.